El Comité de Unidad Campesina (CUC) denunció en conferencia de prensa la crisis alimentaria que aqueja al país y acusó al gobierno de agravar el problema, ya que dos días después de la marcha de esa organización se efectuó un desalojo en la finca San Nicolás, en Suchitepéquez, que dejó a 95 familias desamparadas.
Daniel Pascual, coordinador del CUC, dijo a Cerigua que vinculan los desalojos y las peticiones de la marcha del 15 de abril con la crisis alimenticia, pues esa caminata se refirió al tema de los recursos naturales y especialmente al problema agrario que está relacionado a la producción de alimentos.
Pascual expresó que ante la crisis alimentaria mundial varias instituciones internacionales, entre ellas la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) han planteado que en países pobres, propensos a sufrir escasez alimenticia, se deben impulsar reformas agrarias inmediatas y atender la producción agrícola familiar.
El líder hizo un llamado a la población rural y a otras organizaciones campesinas para que intensifiquen la producción de alimentos básicos, con el fin de paliar la crisis alimentaria que se avecina en el país.
Marta Julia Morales, integrante de esa organización, denunció los altos precios que actualmente tiene el maíz, dieta principal de los campesinos, cuyos precios por quintal oscilan ente 135 y 140 quetzales, y que tienden a subir cada semana; asimismo los costos del fertilizante hacen más cara la producción de alimentos básicos.
Pascual consideró que el gobierno ha tomado un rumbo equivocado en la resolución de conflictos de tierra, efectuando desalojos y capturas, pues la solución a ese problema sería una reforma agraria; la organización analizará si participa en la Mesa de Diálogo de Desarrollo Rural a la que el gobierno convocará el 29 de abril.
CONTAMINACIÓN HÍDRICA Y TALA INMODERADA
Por otra parte, en el marco del Día Mundial de la Tierra, celebrado el pasado 22 de abril, expertos aseguraron que la contaminación de las principales fuentes hídricas y la tala inmoderada de los bosques son los problemas más graves que enfrenta Guatemala en materia ambiental, los que afectan severamente el desarrollo y salud de las personas.
De acuerdo con un reporte del diario Prensa Libre, aproximadamente 25 lagos y lagunas se secaron en el país en los últimos 80 años, debido al urbanismo desordenado; un número similar de fuente hídricas podrían secarse en una década.
Roberto Cáceres, integrante del Centro Mesoamericano de Estudios sobre Tecnología Apropiada, señaló que uno de los problemas más graves que enfrenta Guatemala es el mal manejo de las cuencas hidrológicas y la mala distribución del agua.
Petén, la mayor reserva ecológica del país, es un departamento constantemente amenazado por la depredación, el narcotráfico, los poderes paralelos y los empresarios que comercializan con maderas preciosas que talan sin ningún control estatal, añade la información.
Marta Pilón, de la Asociación de Organizaciones No Gubernamentales de los Recursos Naturales y del Medio Ambiente (Asorema), enfatizó que las Áreas Protegidas ubicadas en dicho departamento contribuyen a la producción y conservación del agua, almacenan carbono y generan oxígeno.
El problema no precisamente radica en la ausencia del Estado, sino también en la poca sensibilidad de las personas, sobre el daño que provocan a los recursos naturales con sus formas de vida consumista, aseguró Pilón.
Instituciones de gobierno y organizaciones sociales llevaron a cabo actividades para conmemorar el Día Mundial de la Tierra; en la Plaza de la Constitución se realizó una feria, hubo un recorrido por uno de los vertederos de desechos sólidos más grande de la ciudad y vecinos de las zonas y municipios del sur se movilizaron a favor de la conservación de las fuentes hídricas.
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