Cerca de la mitad de personas de origen latinoamericano radicados en este país tiene miedo de que ellas, un familiar o amistad cercana puedan ser deportadas.
Así lo revela una encuesta nacional del Pew Hispanic Center que, mediante entrevistas con 2003 personas adultas, indica cómo la vida de esta población es más difícil por la pelea política originada sobre el tema migratorio.
La migración, principalmente indocumentada, ocupa uno de los principales puntos de interés, seguido del económico y de Irak, los cuales determinarán el voto para la elección presidencial, en los comicios primarios de Iowa.
El tema de la migración indocumentada se toca diariamente. El New York Times informa que aún y con todo lo expuesto por los candidatos tanto republicanos como demócratas, no tienen claro cómo resolverán el problema de la inmigración indocumentada.
Los candidatos y la candidata demócratas favorecen el camino de la legalización de 12 millones de indocumentadas e indocumentados, pero esa vía no explica cómo será llevada a la práctica. Por otra parte, los republicanos indican que será inmediatamente castigada la inmigración indocumentada, pero tienen duda de que dichos migrantes sean encontrados castigados.
Iowa expresa diferentes puntos de vista sobre las y los inmigrantes indocumentados, que van desde la legalización hasta el castigo y expulsión.
Mientras tanto aquí, en Nueva York, una mujer ecuatoriana de 41 años, quien pidió el anonimato al NYT, dijo: «estoy realmente desesperada porque ahora no tengo dinero para enviar a mis (cuatro) hijos. No sé qué voy a hacer con mi vida».
Ella se quedó sin trabajo después de cuatro años de haber estado trabajando con un número de seguro social falso en la compañía Fresh Direct. Y al igual de decenas de bodegueros, decidió renunciar ante el requerimiento de que Immigration and Customs Enforcement notificara a la compañía que los «records» de sus empleados están bajo investigación.
El pasado domingo y lunes, la compañía envió el memorandum a los empleadas y empleados para comprobar sus números de seguro social y sus permisos para trabajar en los Estados Unidos.
Las y los bodegueros, la fuerza laboral en Long Island City y Queens principalmente, reaccionaron con pánico y estrés después de que la noticia se difundió. La investigación federal es parte de la campaña nacional en contra de empleadores de trabajadoras y trabajadores indocumentados.
María Covarrubias, mexicana de nacimiento de 62 años, actualmente ciudadana de Estados Unidos, dijo para la encuesta del Pew Hispanic Center que está sorprendida del trato que se les da a las y los inmigrantes en los reportes televisivos y en los debates presidenciales.
«Ellos dicen que somos unos borrachos y mala gente, pero lo cierto es que no pueden vivir sin nosotros», dijo la señora Covarrubias, quien llegó hace 12 años y vive en Sacramento. «Los políticos quieren nuestro voto, pero no nos quieren a nosotros», afirmó.
Dice el NYT que el 53 por ciento de las personas entrevistadas está preocupada por la deportación que podrían sufrir ellas mismas, familiares o amigos cercanos. Sobre las redadas en los centros de trabajo, el 75 por ciento expresó su desaprobación. Sobre el impacto del debate migratorio, el 64 por ciento cree que ello les hace la vida más difícil.
El 12 por ciento dijo que enfrentan mayores problemas para conseguir trabajo o bien mantener el que ya tienen. El 19 por ciento afirmó que ahora les piden con mayor frecuencia probar su estatus migratorio, a diferencia de lo que ocurría hace unos años.
En suma, las y los latinoamericanos se sienten «más vulnerables», pero dicen que las siguientes generaciones estarán más seguros y ganaran más dinero.
07/LPB/GG/CV
