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Celebran hoy Día Mundial de la Salud Mental

La Organización Mundial de Salud (OMS) estima que más del 50 por ciento de la población migrante presenta, entre otros, problemas de salud que van desde desórdenes mentales crónicos a trauma, angustia y una gran cantidad de sufrimiento.

Ante esta problemática global, hoy, Día Mundial de la Salud Mental, se hizo un llamado a la acción internacional con el tema La salud mental en un mundo en transformación: efectos de la cultura y la diversidad. De tal manera que se pueda sostener la inminente necesidad de atender a las y los afectados con problemas de salud mental.

Actualmente, organismos internacionales han señalado que una persona por cada 35 es inmigrante internacional, es decir ­3 por ciento de la población global, que es de 6.5 billones­.

Las mujeres, niñas y niños representan más del 50 por ciento del numero total de migrantes, que incluye a menores de edad no acompañados, huérfanos, niños soldados, detenidos, niños cabeza de familia, mujeres y niñas sobrevivientes de torturas y violencia sexual.

Además de las viudas, discapacitados y ancianos, la OMS sostiene que «la cultura puede influir profundamente la forma en que la gente experimenta la enfermedad mental».

Por ejemplo, de acuerdo con el doctor Arthur Kleinman, «en muchas culturas la gente experimenta depresión en términos corporales que pueden llevar a fallas en el diagnóstico. Para describir la tristeza, una persona china puede usar un término que frecuentemente es traducido como ?congestionamiento?. Un médico que no comprende la sutileza de la expresión puede ofrecer tratamiento para la alergia o resfriado, en lugar de la depresión».

Es urgente que se actúe y reconsidere la atención a nivel internacional y nacional, indica la OMS, pues si observamos el mundo hoy ¿hay alguna cultura, religión o raza que viva el 100 por ciento en un sólo país? Podemos encontrar idiomas, religiones, relaciones familiares y valores dramáticamente diferentes, así como cuidados y tratamientos de la salud distintos donde quiera que estemos, incluyendo nuestros respectivos países, comenta.

Para ello, cita como ejemplo en un estudio, se considere en la conmemoración de este día el caso de una mujer profesional de la salud mental nacida y entrenada en la India que puede haberse mudado al Reino Unido y estar tratando a un paciente masculino nacido y criado en Ecuador, ­¿cómo se comunican y como pueden ver los dos la misma enfermedad mental?

DIVERSIDAD CULTURAL

La cultura, expone la OMS, puede influir muchos aspectos de la salud mental, incluyendo las formas de comunicación: cómo manifiestan los síntomas los individuos de una cierta cultura, sus estilos para arreglar situaciones, los soportes familiares y comunitarios y su voluntad para buscar tratamiento.

Igualmente las culturas del médico y del sistema de servicio, influye en el diagnóstico, tratamiento y distribución del servicio, para la Organización de la Salud «las influencias sociales y culturales no son los únicos determinantes de la enfermedad mental y los patrones de uso del servicio, pero si juegan roles importantes».

En un documento de 46 hojas, la OMS explica que vivir fuera de la cultura de uno puede ser especialmente difícil para las y los adultos, quienes tienen la mayoría de la responsabilidad en las cuestiones de ajuste.

«Niñas y niños se adaptan mas fácilmente y aprenden los idiomas mas rápidamente. Las y os adultos deben preocuparse por el trabajo, la casa, y el bienestar general de sus familias. El estrés en estas situaciones puede ser particularmente alto cuando hay desafíos en la habilidad del idioma.

«Hay, a veces, diferencias de poder entre niños y adultos, especialmente si las y los menores de edad son convocados para actuar como traductores. Los roles maritales pueden variar de cultura a cultura, como en la forma de criar».

De tal suerte, subraya la OMS, que el rol de la mujer es diferente de una cultura a otra y un cambio en la función básica de la mujer puede causar tensión adicional en la familia. En algunas culturas, las y los adultos golpean a niñas y niños como una forma de disciplina, en otras, es considerado una forma de abuso.

La frustración, el aburrimiento, condiciones de vida intolerables y la falta de oportunidades laborales enriquecedoras, pueden llevar a las personas adultas al abuso de substancias. Estas cuestiones son severamente debatidas en sus contextos culturales, religiosos y políticos.

«Las y los adultos pueden ser especialmente vacilantes para buscar ayuda en cuestiones de salud mental porque puede verse como signo de debilidad y vergüenza cuando otros miembros de la familia dependen de ellos adultos para su cuidado. Pueden sentir la necesidad de demostrarse siempre fuertes y no entregarse a la búsqueda de ayuda. No son lo suficientemente jóvenes para adaptarse tan rápido como sus niños y tampoco lo suficientemente ancianos para ser cuidados por otros sin vergüenza».

Alrededor del mundo, la gente mayor encabeza la lista de la OMS con nuevos casos de enfermedad mental: 236 personas mayores por cada cien mil sufre alguna enfermedad mental, comparado con 93 por cada cien mil, entre aquellos cuya edad esta entre los 45 y 64 años, el grupo mas joven próximo al anterior.

Otro aspecto que resalta el documento de la OMS, es que de acuerdo con el Centro de Salud Mental Transcultural de Austria, las mujeres tienen más dificultades que los hombres y los individuos mayores tienen más desafíos que los mas jóvenes.

FACTORES DE RIESGO

Enumera, en general, algunos factores de riesgo para la salud mental de los inmigrantes.

Descenso en el estatus socioeconómico. Falta de reconocimiento, en el extranjero, de calificación, incluyendo experiencia educacional y laboral. Bajos niveles de aprendizaje y habilidad con el idioma. Separación de las redes sociales, culturales y religiosas, particularmente familia y amigos.

Aislamiento social y falta de soporte. Prejuicios y discriminación de la población anfitriona. Experiencias traumáticas o estrés prolongado previo a o durante la migración. Tensión acumulativa. Barreras culturales e idiomáticas para el acceso a servicios de salud mental, incluyendo el estigma sobre enfermedad mental y la falta de conocimiento en relación a servicios disponibles.

Ruptura de las estructuras de soporte tradicionales y familiares, particularmente familia y parientes, con conflicto intercultural, constituyendo esto ultimo un factor que aporta una mayor contribución a los problemas.

IR DE UN LADO A OTRO

Y de acuerdo a Bhugra y Jones, la migración es el proceso de cambio social a través del cual un individuo va de un marco cultural a otro con el propósito de establecerse permanentemente o por un periodo prolongado.

Refugiados y migrantes cruzan fronteras nacionales y culturales para escapar tanto de la pobreza como de la guerra, se esfuerzan por lidiar con sus traumas personales y familiares en medio de la diversidad y el cambio, dice el documento de la OMS.

En algunos lugares del mundo aún continúan la opresión de minorías sociales. Prácticas defendidas culturalmente, en el mundo industrializado y el menos industrializado perpetúan discriminaciones que basados en género, poder socioeconómico y estatus jerárquico.

Es tiempo de renovar nuestro compromiso con la comprensión intercultural al servicio de las metas interconectadas de promover la salud mental y preservar los derechos humanos, llama la OMS.

07/LP/CV

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