Ayer entró en vigencia una de las reformas realizadas por la presidenta chilena Michelle Bachelet al sistema de pensiones: la compensación a las madres con un bono por 555 dólares que se les depositará por cada hija o hijo nacido vivo, lo cual favorecerá a unos 4.5 millones de madres, biológicas o adoptivas, mayores de 65 años que no estén jubiladas.
El llamado bono por hijo reconoce la abnegada labor que las mujeres llevan a cabo en cada uno de los hogares de Chile y constituye el principal componente de la segunda fase de la Reforma Previsional, iniciado en octubre pasado, es un aporte que entregará el Estado a todas las chilenas, sin importar su condición social, por el hecho de haber sido madres, señala un comunicado del Gobierno chileno.
El bono, cuyo objetivo es aumentar el monto de sus pensiones, se depositará en la cuenta de capitalización individual de la mujer y ganará intereses anuales hasta el momento de su jubilación.
Este año, serán unas 13 mil mujeres quienes podrán disfrutar del bono en su pensión, con un costo calculado en 13.4 millones de dólares, informó el subsecretario de Previsión Social, Claudio Reyes. En 2010 se entregarán 42 mil bonos.
En promedio, las 4.5 millones de mujeres beneficiadas verán depositados un equivalente a mil 110 dólares.
Los requisitos para acceder al bono son: tener un hijo nacido vivo o adoptado; tener cumplidos 65 años o más; pensionarse a partir de julio de 2009 en adelante (porque el bono empieza a pagarse desde esta fecha); haber vivido al menos 20 años en Chile.
El sistema de pensiones solidarias comenzó a implementarse en julio de 2008. Durante su primer año de vigencia benefició a más de 620 mil personas, señala el comunicado del Gobierno. Su nueva fase, que incluye el bono por hija o hijo, inició en octubre del año pasado.
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