La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) no ha cumplido con la tarea para la que fue creada y lo único que esta tratando es de legitimarse al emitir una recomendación sobre los hechos de violencia en San Salvador Atenco, aseguró Ricardo Lueve, integrante del Colectivo contra la Tortura y la Impunidad, AC (CCTI).
Entrevistado en el marco del Foro Defensores de Derechos Humanos, organizado por diversas asociaciones que trabajan en favor de los derechos humanos, el doctor Lueve consideró que la CNDH está lejos de cumplir con su papel de proteger los derechos humanos de la sociedad civil.
Puso como ejemplo la reciente investigación que hizo el organismo para determinar si hubo o no violación durante la incursión de la Policía Federal Preventiva (PFP) en Atenco. Funcionarios de la CNDH violentaron a muchos ciudadanos agredidos por elementos policíacos durante el operativo, al no darles acceso a los expedientes para conocerlos, aseguró.
Denunció que, de origen, la comisión esta viciada, toda vez que en su legislación y reglamento excluye la participación de la sociedad civil, lo cual descalifica de facto su labor.
Por separado, el doctor Miguel Concha Malo, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria OP, opinó que la actuación de la CNDH en los últimos meses de este año ha sido muy valiosa, particularmente en lo que se refiere a las recomendaciones que hizo sobre la detención y tortura de jóvenes en Guadalajara, en al año de 2004; la explosión en la mina de Pasta de Conchos, en Coahuila, y de los hechos en San Salvador Atenco.
Comentó que estas recomendaciones han permitido que organizaciones civiles de derechos humanos, tanto nacionales como internacionales, tengan conocimiento de estos hechos y puedan darle seguimiento.
No obstante, cuestionó que el trabajo de la CNDH se esté quedando sólo en cierto nivel. Debe nombrar también en sus recomendaciones a los responsables intelectuales de las violaciones, sugirió.
Dijo que la CNDH debe señalar hasta el último de los involucrados, porque las acciones de la policía finalmente son responsabilidades delegadas por un funcionario, y a estos se les debe señalar también como responsables, subrayó Miguel Concha.
POLÉMICA CNDH Y FUNCIONARIOS FEDERALES
Mientras tanto, luego de que el secretario de Seguridad Pública, Eduardo Medina Mora, aceptara que durante el operativo de San Salvador Atenco sí hubo tortura y abusos sexuales contra mujeres, la CNDH hizo un extrañamiento al funcionario toda vez que por un lado acepta los hechos pero deslinda la responsabilidad de los elementos de la policía a su cargo y, por otro, se niega a aceptar la recomendación de este organismo.
El funcionario federal se empeña en negar las pruebas y en aceptar la credibilidad de la Comisión, dice el comunicado, ya que a nivel nacional se conoció la actuación de los elementos de la PFP, y se cuenta además con videos, fotografías y la aplicación del protocolo de Estambul a 26 personas.
La CNDH destacó asimismo que sus investigaciones son minuciosas, detalladas y basadas en las evidencias recabadas en la integración de los expedientes, al tiempo que evidenció que la SSP atendió las solicitudes del organismo de forma dilatada, parcial y contradictoria. En algunos casos, señala, se rechazaron bajo el argumento de que los datos requeridos eran confidenciales o reservados.
Finalmente, el organismo público autónomo de derechos humanos, concluye que el respeto a los derechos humanos es para la policía una condición de eficacia operacional y una exigencia ética, técnica y jurídica indeclinable. Evidentemente, ello fue ignorado en los hechos ocurridos el 20 de abril en Lázaro Cárdenas, Michoacán, así como los días 3 y 4 de mayo de 2006 en Texcoco y San Salvador Atenco, Estado de México.
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