En víspera de iniciar los trabajos de la X Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, poco más de un centenar de mujeres feministas, representantes de organizaciones y redes de la región, demandaron de los gobiernos compromisos reales con la paridad de género y la puesta en marcha de políticas distributivas que abatan la pobreza y no sólo la amortigüen.
En un espacio analítico y crítico, las feministas latinoamericanas y caribeñas concluyeron ayer domingo el foro de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) con la Declaración de Quito, la cual se leerá frente a las delegaciones oficiales de los países integrantes de la CEPAL, presentes en la X Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe.
Las feministas demandaron políticas de distribución, pues hasta el día de hoy las políticas anti-pobreza que han puesto en práctica los gobiernos solo han servido para perpetuar la miseria de la población de América Latina y el Caribe. Una región donde se vive la mayor desigualdad, con 280 millones de habitantes en pobreza o en la miseria, es decir 51 por ciento de la población de la región, de la cual casi la mitad es población afrodescendiente.
CUOTAS, UN PELDAÑO
Tras evaluar el largo camino que las mujeres organizadas de América Latina y el Caribe han hecho para el reconocimiento y defensa de sus derechos humanos, las feministas afirmaron que si bien las leyes de cuotas instaladas en los diversos países de la región fueron en su momento un peldaño en la lucha por la paridad, hoy son ya insuficientes y debe darse un salto para construir la paridad política de la población femenina.
Las cuotas hoy se han convertido en un techo para la participación política de las mujeres, por ello urgen a los partidos políticos, a las instancias electorales y a los gobiernos a comprometerse a transparentar los procesos de elección y ha garantizar la paridad en las listas de candidaturas, de designación de cargos directivos en todos los niveles, asegurando la presencia política de las mujeres indígenas y afrodescendientes.
Toda vez que de las 600 diputadas que existen hoy en día en nuestra región solo 10 representan a las mujeres afrodescendientes, cuando son un tercio de la población de la región, apuntó en su intervención la ex candidata a la vicepresidencia de Costa Rica, Epsy Campbell.
Parte de las demandas que las feministas hacen a los gobiernos presentes en esta X Conferencia son: garantizar que en el proceso de reforma de las Naciones Unidas se eleve el estatus político de los mecanismos de protección y promoción de los derechos humanos de las mujeres; que los Estados parte de la ONU ratifiquen las recomendaciones del panel de expertos sobre fortalecimiento de estructuras de igualdad de género, de manera que se consolide una entidad autónoma con capacidad normativa y operativa con recursos suficientes.
También, la creación de un foro permanente para los afrodescendientes y la aprobación de la declaración universal de los derechos de los pueblos indígenas, son otras de las demandas, toda vez que la construcción de una verdadera democracia debe reconocer la pluralidad cultural.
El cumplimiento de las plataformas de acción de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer; las recomendaciones del Comité de Expertas de la Conferencia contra toda forma de discriminación contra la mujer (Cedaw, por sus siglas en inglés); los convenios de la OIT sobre protección de la maternidad, igualdad de remuneración sobre discriminación en empleo y ocupación, sobre igualdad de oportunidades y trato entre trabajadores.
Cabe recordar que las conferencias regionales se realizan cada tres años y en esta ocasión por vez primera se contará con la participación de España, país que forma parte de la OEA, y con 600 participantes, en su gran mayoría integrantes de delegaciones oficiales, representantes de ONG.
Durante esta conferencia, los gobiernos discutirán sobre dos temas: Paridad y Trabajo no Remunerado.
07/LL/GG
