Al parecer, la llegada del panista Felipe Calderón Hinojosa a la Presidencia de la República, Felipe Calderón Hinojosa, no avizora un buen panorama para la ampliación y garantía de los derechos de las mexicanas.
La salud, la educación, el empleo y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, entre otras conquistas, podrían estar en riesgo.
Egresado de la Escuela Libre de Derecho de la Ciudad de México, Calderón tiene una bien ganada fama de conservador y reaccionario, y una carrera en la política mexicana como diputado federal y secretario de Energía en la actual administración.
Como legislador y como presidente del PAN, calificó en 2001 como «criminal» la iniciativa para ampliar las causales de aborto en el Distrito Federal, conocida como Ley Robles, aunque se ha manifestado en favor de ampliar la participación política femenina, lograr la equidad entre mujeres y hombres, así como eliminar la violencia y la discriminación por género.
En su plataforma de campaña, el panista prometió incluir el enfoque de género en todos los ámbitos para mejorar el acceso femenino, sobre todo de las mujeres solas y vulnerables, al empleo, la salud, la educación y la vivienda, pero la propuesta es regresiva en el tema de los derechos sexuales y reproductivos.
En este rubro, Felipe Calderón sólo ofreció «educación sexual y de prevención de embarazos no planeados que respeten el derecho a la vida desde el momento de la concepción, con apoyo a las mujeres que se encuentren en esa situación».
El ex director del Banco Nacional de Obras y Servicios siempre se ha pronunciado en contra de la despenalización del aborto, la muerte asistida y el ejercicio pleno de los derechos sexuales y reproductivos.
Además rechaza la píldora de anticoncepción de emergencia (PAE) y dijo que si ganaba la Presidencia de la República, no la incluiría en el cuadro básico de medicamentos, pese a que de acuerdo con la Norma Oficial de Planificación Familiar ya forma parte del mismo. Calderón ha declarado que prefiere «perder votos a negar su religión».
Asimismo, al igual que los otros dos candidatos a la Presidencia que tenían posibilidades de triunfo electoral ?Andrés Manuel López Obrador (coalición Por el Bien de Todos) y Roberto Madrazo (Alianza por México)-, las propuestas de Felipe Calderón Hinojosa y de las y los candidatos al Congreso de la Unión por el PAN, carecieron de un compromiso contundente respecto a la prevención y atención de la mortalidad materna.
Tal fenómeno es uno de los flagelos para la salud que cada año cobra la vida de mil 300 mujeres en México, principalmente en las zonas indígenas de los estados de Chiapas, Oaxaca y Guerrero.
Igualmente, ni Calderón, López Obrador o Madrazo se pronunciaron sobre los recientes informes en torno a los asesinatos de mujeres en diez entidades del país, en los que se encuentran datos contundentes sobre lo que piensan los gobernantes, la impunidad y la indiferencia en la que están sumergidos esos casos.
Cabe señalar que la esposa del panista, Margarita Zavala ?diputada federal con licencia- ha destacado en la dirigencia nacional de su partido como secretaria de Promoción Política de la Mujer.
Además, desde el Poder Legislativo Zavala presentó iniciativas a favor de los derechos de las mujeres y ha manifestado preocupación respecto a la violencia de género.
No obstante, como reportó esta agencia de noticias, Margarita Zavala decidió mantener un bajo perfil en la defensa de las mexicanas y rechazó asesorar a Felipe Calderón en materia de equidad de género de cara a sus próximas acciones de gobierno o en la integración de su gabinete.
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