El hostigamiento sexual, los exámenes de no gravidez y la discriminación son los temas que en materia de género podrían alcanzar consenso en la reforma laboral, aunque hasta hoy la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados no ha retomado, de manera formal, la discusión de dicha reforma.
Así lo señaló a Cimacnoticias la diputada perredista Rosario Ortiz, quien desde la legislatura LIX, junto con la feminista Marcela Lagarde y otras organizaciones, ha buscado que en la propuesta de reforma laboral haya un espacio donde se respeten los derechos no sólo de los trabajadores, sino también de las mujeres que día a día ingresan al mercado laboral.
La idea de una reforma laboral que incluya la perspectiva de género, iniciada durante la LIX Legislatura por la ex diputada Marcela Lagarde y la propia Rosario Ortiz, representa una modificación al Título 5 de la Ley Federal del Trabajo (LFT) que regula el tema de los derechos de las trabajadoras, del Artículo 164 al Artículo 172.
Esta modificación implica la incorporación de dos capítulos, uno sobre derechos reproductivos y otros sobre responsabilidades familiares, explicó la legisladora.
Además, se busca que la parte que corresponde a las condiciones de trabajo se traslade al Título Tercero que regula dicho tema y en el cual se plantearía que las mujeres no deben laborar en áreas de trabajo insalubres.
Asimismo se amplia el concepto de discriminación, el concepto de hostigamiento sexual y se establecerían las sanciones a las y los patrones que incumplan lo dispuesto en la Ley Federal del Trabajo (LFT) en materia de género, explica Ortiz Magallón.
También se está revisando la parte procesal de la LFT, toda vez que si se modifica la ley y no cuenta con los mecanismos de aplicación quedaría sólo como un referente pero sin la posibilidad de que sea aplicable para las trabajadoras.
Actualmente, la integración de una perspectiva de género en la propuesta de reforma laboral está siendo trabajada con integrantes de organizaciones sindicales y feministas que han estado vinculadas con el trabajo asalariado.
Y aunque la iniciativa para reformar la LFT inició en la LVIII Legislatura, será en esta legislatura cuando se retome el tema.
No obstante, señala la también feminista, la lógica de las y los legisladores es que esta iniciativa, «así como está, no va a pasar», por lo cual la diputada ha trabajado en una reforma al Título Quinto para incorporar elementos que tienen que ver con las trabajadoras y que sólo están de forma transversal en la LFT.
TRES CONSENSOS
Sin embargo, en esta reforma con perspectiva de género, reiteró Ortiz Magallón, hay consensos entre legisladoras y legisladores de los diversos partidos en tres temas en particular: el hostigamiento sexual, exámenes de no gravidez y discriminación.
Al respecto, Inés González, integrante de la Red de Mujeres Sindicalistas, considera que la reciente iniciativa sobre trabajo del hogar, presentada el 22 de noviembre al pleno de la Cámara Baja por Ortiz Magallón, es una estrategia positiva de la diputada, pues si se aprueba una reforma laboral sin dicha iniciativa, se excluirían los derechos de las trabajadoras del hogar.
Y si bien el trabajo del hogar es un tema «sensible» que no tiene posibilidad en la reforma laboral, cualquier otra iniciativa en el ámbito laboral para legislar las demandas de la población femenina «es muy difícil que prospere» en este marco de la reforma, indicó González Nicolás.
En sentido, los sindicatos, donde las mujeres se insertan cada vez más como líderes, deben buscar una unidad en la reforma laboral y en el contexto en el que se está planteando: «si decimos que no, (debemos establecer) cuál es nuestra propuesta como grupo organizado que representa los intereses de los trabajadores», apuntó la también feminista.
Por su parte, Patricia Juan Pineda, integrante de la Red de Abogados, explicó que la reforma laboral propuesta por el gobierno federal rescata mucho el proyecto Abascal, pues no se tocan temas esenciales como la justicia laboral, el respeto a la libertad sindical, la promoción de la democracia gremial y no respeta los derechos laborales.
Asimismo, fortalece los sistemas de control de sindicatos, no toca la prevención, habla de la flexibilidad del empleo y de la creación del banco de horas con el cual se aumentan las horas de trabajo, según Juan Pineda.
Además de que busca, entre otras cosas, es mantener los sindicatos blancos, los líderes «charros» y preservar «la cadena de delincuentes y pseudo líderes» que hoy están a la cabeza de los sindicatos, concluyó.
07/HVR/GG
