A un lustro del inicio del tercer milenio aún existen personas que tienen que luchar día tras día por el reconocimiento y el respeto de sus derechos humanos. Para Coretta Scott, en eso consistió su vida.
Coretta Scott nació el 27 de abril de 1927 en una granja de Alabama, Estados Unidos, y cursó estudios básicos, hasta la preparatoria, en su ciudad natal. Más tarde se trasladó a Ohio para estudiar la licenciatura en música y educación en el Antioch College antes de estudiar canto en el Conservatorio de Música de Nueva Inglaterra, en Boston, donde obtuvo un título en voz y violín.
En Boston conoció a Martin Luther King Jr., con quien posteriormente contrajo matrimonio, el 18 de junio de 1953. En septiembre 1954 Coretta y Martin se trasladaron a Montgomery, donde Coretta Scott asumió las actividades de la esposa del pastor bautista de la iglesia Dexter.
Coretta no se imaginaba cuánto que cambiaria su vida este hombre llamado Martn Luther King Jr: como su esposa, Coretta atendía a sus cuatro hijos y además se daba tiempo para hablar con los grupos de la iglesia sobre derechos civiles, la justicia y la paz.
Fueron iniciativa de Coretta los conciertos por la paz y la libertad, que combinaban la prosa y de la poesía con selecciones musicales y servían de marco para que Martin hablara de los derechos de las minorías de color.
Coretta viajó por todo el mundo al lado de Martin, acompañándole y aconsejándole como su más cercana colaboradora. Pero su vida sufrió un vuelco el 16 de enero de 1968, cuando Martin fue asesinado en las afueras de un hotel en Memphis, Tennessee.
Entonces Coretta declaró públicamente: «Estoy más decidida que nunca a conseguir que el sueño de mi marido se convierta en realidad».
Para Coretta siempre fue muy importante el respeto por los derechos civiles de las llamadas minorías: no sólo abogó por los derechos de la población afroamericana en Estados Unidos, sino que a lo largo de su vida exigió en todos los foros posibles el respeto de los derechos humanos de las mujeres, las lesbianas, los homosexuales, la libertad religiosa, y defendió el derecho al trabajo, a la salud, la educación y la conservación del medio ambiente.
En sus batallas personales Coretta logró que el 16 de enero de 1983, durante el gobierno de Ronald Reagan, se declarase fiesta nacional en Estados Unidos el nacimiento de Martín Luther King. La fecha comenzó a conmemorarse tres años más tarde.
Un año después de la muerte de Martín, en 1969, Coretta fundó el Centro Martin Luther King Jr. para el Cambio Social sin Violencia.
Desde entonces, Coretta ha conducido misiones de buena voluntad a muchos países en África, América latina, Europa y Asia, y ha hablado en muchas de las reuniones internacionales sobre la paz y la justicia.
Asimismo, fue partícipe y protagonista de la huelga de hambre que un grupo de mujeres realizó en 1962 para exigir el desarme nuclear en Ginebra, Suiza.
Coretta fue la primera mujer en iniciar el curso en Harvard, sólo reservado para las grandes personalidades, y la primera mujer en predicar para un servicio en la catedral del St. Paul, en Londres.
En 1974 Coretta Scott formó una amplia coalición con 100 organizaciones religiosas, de trabajo, del negocio, civiles y de los derechos de las mujeres dedicadas a una política nacional de empleo completo e igualdad de oportunidades económicas como presidenta del Consejo de Acción por el Empleo Completo.
Asimismo, en 1983, Coretta reunió a más de 800 organizaciones de los derechos humanos para formar la Coalición de la Conciencia, patrocinadora del vigésimo aniversario de la marcha en Washington, hasta entonces movilización más grande del capital de EU.
En 1987 colaboró como base para una movilización nacional contra el miedo y la intimidación en el condado de Forsyth, Georgia. Para 1988, Coretta Scott reconvocó a la Coalición de la Conciencia para festejar el vigésimoquinto aniversario de la marcha en Washington.
El 30 de enero de 2006, a tan solo 14 días de celebrar el aniversario número 77 del nacimiento de Martin Luter King, Coretta Scott falleció a la edad de 78 años en Estados Unidos, heredándonos su lucha por el reconocimiento y el respeto de los derechos civiles y humanos.
*Periodista mexicana
06/EC/YT
