De quién se río Fidel o a quien quiere engañar, creerá que las veracruzanas no tienen memoria, que ya se les olvidó que fue él como gobernador del estado de Veracruz quien promovió en el congreso local la penalización del aborto y después, ganada la votación local, se fue al Congreso federal para intentar penalizar la maternidad libre y voluntaria reformando el artículo cuarto constitucional.
Me pregunto si es un mal cálculo o simplemente cinismo electorero. Las mujeres hemos insistido en hacer ver que los hombres políticos sólo se acuerdan de los derechos de las mujeres cuando quieren su voto.
Será por eso que en el marco del Día Internacional de la Mujer, a Fidel Herrera y a su equipo de asesores se les ocurrió que sería, mediáticamente bueno declarar el indulto para las 10 mujeres que se encuentran presas por aborto.
Mujeres que llegaron a prisión después de las modificaciones aprobadas a la Constitución local que reconoce la vida desde la concepción. No obstante, a finales de año, el Congreso local reformó el código penal y acordó, tratar a las mujeres que decidan interrumpir un embarazo no deseado, como locas mediante un «tratamiento psicológico integral», por parte del Estado.
Con lo que el anuncio de Fidel Herrera tiene además otra agravante, pues esas mujeres por ley tenían ya la preliberación.
Por eso me pregunto de quien se ríe Fidel, acaso de la ciudadanía a la que trata como tonta, porque hoy lo único que importa son los votos y cree que nadie se acuerda de lo que pasó el año anterior.
Será un problema mental del gobernador que no le ayuda a recordar lo que hizo el año pasado y por eso cree que es bueno indultar a las mujeres que entraron a la cárcel por elegir no ser madres, situación que no hubiera ocurrido si él no promueve la penalización de aborto.
O será simplemente el cinismo electorero que lleva a cualquier cosa para que el gallo gane.
Lo que sea que llevó al gobernador de Veracruz a declarar el indulto deja, una vez más, al descubierto las visiones de los hombres del poder en torno a las mujeres que gobiernan.
Primero no les dan trato de ciudadanas, sino de menores de edad y en Veracruz de enfermas mentales a quienes hay que tratar, porque solo locas las mujeres eligen, como si el elegir no fuera un derecho de las humanas.
Segundo, después de 100 años de lucha por sus derechos y con más de 50 años de ejercicio electoral femenino, se sigue creyendo que a las mujeres se les engaña con ilusiones, con cuentas de vidrio.
Tercero, se cree que así las mujeres que son la mayoría del padrón electoral garantizarán en las urnas el triunfo del candidato tricolor.
Lo que haya sido, la decisión solo deja ver la visión tan estrecha con la que se gobernó un estado con tanto potencial, y hoy sumido en la pobreza.
* Periodista, directora general de CIMAC
10/LL/LR
