El saqueo de grava y arena del Río Quetzala, en el municipio de Igualapa, estado de Guerrero, ha provocado el descenso del nivel de esa afluente, la desaparición de la fauna acuática y la disminución de la humedad de tierras cercanas a la ribera, en donde se siembra fríjol, maíz y tabaco principalmente.
De acuerdo con el Frente de Comunidades en Defensa del Río Quetzala, la desviación del cauce del río y el saqueo de empresas constructoras preocupa a las y los habitantes por los efectos que provocan y el fuerte daño ambiental. Exigen por ello una revisión minuciosa del caso por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
En comunicado, la organización denunció que el agua está contaminada debido a que las máquinas de las constructoras tiran aceite al río, y desde hace unos 10 años ya no es posible tomar de esa agua.
Ante esta situación, habitantes de la localidad de San Juan de los Llanos levantaron un acta en la que se constató el saqueo de la grava y arena proveniente del río. Asimismo la organización denunció las amenazas de las que ha sido objeto la población y la poca atención de la autoridad para resolver el problema.
ANTECEDENTES
Durante más de 20 años este río ha sido saqueado, inicialmente por vecinos de la localidad que extraían grava en cubetas para venderlas a precios muy bajos a empresas constructoras. Posteriormente por familias que, de acuerdo con el Frente, pueden tener relación con grupos políticos regionales.
La organización afirma que a costa de pagar salarios muy bajos a las y los habitantes de la localidad de San Juan de los Llanos y del Sepudo, se han enriquecido algunas familias de la región. Una de las empresas que se han beneficiado de los saqueos del río es la constructora Torreblanca, la cual ya tiene un monopolio regional de arena y grava. En la localidad de San Juan de los Llanos «Materiales para Construcción Pagua» y «Materiales Montalvan».
En julio de 2009, integrantes del Frente en Defensa del Río Quetzala se reunieron en el municipio de Acapulco, Guerrero, con funcionarios de la Profepa, la Semarnat y el Consejo Nacional del Agua (Conagua) para exponer la situación de gravedad que implica la depredación del río. A pesar de los compromisos contraídos hasta la fecha no han tenido una respuesta, señalan.
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