Según Carlos Trejo Carpio, presidente de la Comisión de Población y Migración de la 59 legislatura local, en Hidalgo existen en promedio más de 7 mil hogares hidalguenses, de cinco integrantes cada una aproximadamente, que dependen directamente de la migración.
Según lo expuso en entrevista con la prensa local el diputado priista, miles de familias a lo largo y a lo ancho del estado de Hidalgo son dependientes en gran medida de las remesas y aportaciones materiales que les son enviados por sus familiares -hombres en su mayoría-, que han decidido emprender el viaje hacia los Estados Unidos, buscando mejores oportunidades de empleo que no se les brindan en su tierra natal.
Este hecho, agregó el priista, «ha afectado enormemente» en las familias hidalguenses, dadas las medidas que se han implementado para el cruce de los migrantes que hacen más vulnerables sus vidas.
Además, muchos de los que deciden abandonar tierra hidalguense para ir a los Estados Unidos ya no regresan a sus hogares como antes lo hacían, cada uno o dos años. Según Trejo Carpio, ahora los paisanos han decidido no regresar con sus familias sino hasta después de 10 años de su partida.
«¿Que trae como consecuencia ello? La desintegración familiar; por eso también hemos pedido que si Estados Unidos quiere una América segura, pues la mejor forma es dar los permisos de trabajo, porque eso es lo que pide y quiere nuestra gente y creo que también es una forma de asegurar a quienes cruzan la frontera», sostuvo.
Trejo Carpio señaló que de los 84 municipios con los que cuenta la entidad, son 20 los principales expulsores de migrantes y, por lo tanto, los de mayor marginación en Hidalgo. Entre ellos: Pacula, Tasquillo, Zimapán, Nicolás Flores e Ixmiquilpan.
En ese sentido, interrogado sobre si los programas que realiza el gobierno del estado para tratar de contener el flujo migratorio en la entidad son suficientes y eficientes, el diputado argumentó que pese a los esfuerzos que se pueden realizar, el fenómeno de la migración no se detiene tan fácil «aún cuando les pongamos nosotros ahí las oportunidades de trabajo».
«Porque, yo lo he dicho, no nos hemos atrevido muchos a hablar con la verdad de cómo se vive y como se trabaja en los Estados Unidos. Muchos de los hidalguenses creemos que al llegar el paisano, como viene vestido y como se hace acompañar de sus vehículos, muchos creemos que es una forma fácil de obtenerlos allá y no es así. Muchas de las cosas que se traen, hasta las deben», dijo.
Por eso, quien es catalogado como «un líder natural» de los migrantes hidalguenses, dijo que el gobierno del estado y todos los responsables de la migración y de su atención en la entidad tienen la obligación de hacerle saber a los paisanos que la vida en los Estados Unidos no es fácil y que los mismos interesados en emigrar se han dado cuenta de que el desempleo se ha convertido en un fenómeno en aquel país, por la demanda de trabajo que se ha generado.
«Todo lo que hagamos (para contener la migración), es bueno, nada es malo; sin embargo, creo que los más bueno que pudiera pasar es que ellos aceptaran los programas, las acciones que se hacen para que no corran los riesgos en los que incluso va la vida, al irse a los Estados Unidos», concluyó el priista.
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