La falta de voluntad política y de compromiso del gobierno de Sinaloa con los programas a favor de las mujeres se puso en evidencia el pasado mes de diciembre con la destitución, sin mayor explicación ni justificación, de la titular del Consejo Estatal Para Prevenir y Atender la Violencia Intrafamiliar (CEPAVI), Beatriz Rodríguez Pérez.
Con su salida dejó de funcionar, a partir del primer día del 2006, la línea telefónica 066 del CEPAVI, cuyo objetivo es ayudar a las mujeres que sufren algún tipo de violencia en el hogar o en situaciones de crisis, la cual era atendida por personal especializado en la materia las 24 horas del día, incluidos sábados, domingos y días festivos.
En entrevista con Cimacnoticias, la académica dijo que la forma de actuar del gobierno es truculenta y que el peor error que cometió fue haber actuado conforme a la Ley y haber hecho bien su trabajo.
«Con la desaparición de la línea telefónica, siete mujeres (entre ellas una embarazada) fueron despedidas bajo el argumento de que no había recursos, cuando es sabido que se autorizaron 900 mil pesos más a los 3 millones 900 mil que fueron autorizados por el estado para ser ejercidos este año», anotó.
Recordó también que en 2005 se recibieron mil 450 llamadas de mujeres que solicitaban ayuda; además, hay que agregar que de 2000 al 2005 han muerto en la entidad 212 mujeres, muchas de ellas por causas relacionadas con este fenómeno.
«Parece ser que aquí haber hecho mi trabajo, haber actuado, incluso haber demostrado que a las mujeres en Sinaloa las están matando por violencia intrafamiliar, y haberles demostrado la magnitud del problema y la poca voluntad política que tienen para atenderlo, fue un gran error; fue un error haber hecho bien mi trabajo y haber tenido un reconocimiento social», comentó.
Rodríguez Pérez fue destituida de su puesto como secretaria general del CEPAVI desde el 23 de diciembre de 2005. Mientras firmaba su renuncia en un pequeño cuarto de la Secretaría General de Gobierno, al mismo tiempo, en la sala de juntas que se encontraba a un lado, le tomaban protesta a la nueva titular del CEPAVI, la química Rosario Flores Navidad.
La doctora señaló que todo el conflicto empezó cuando la esposa del reportero Humberto Millán Salazar entabló una denuncia por violencia intrafamiliar. La mujer acudió también a la Procuraduría y se quedó en el Albergue Sor Juana Inés de la Cruz.
«El problema central no es mi despido: se da en una coyuntura en la que enfrento una demanda penal por supuestamente haber protegido a la esposa de un periodista que se jacta de ser influyente y que es apoyado por el círculo de poder», acotó la ex funcionaria, quien dijo que la señora (Obdulia Beltrán Quintero), corre la amenaza de que le quiten a sus hijas porque una jueza dictó una custodia provisional sin haber analizado que ella se encontraba protegida por la Procuraduría (en un albergue)».
EXIGEN EXPLICACIONES
Mientras tanto, la Comisión de Equidad, Género y Familia del Congreso local exigió este día al Gobierno del Estado aclare la destitución de Beatriz Rodríguez Pérez del CEPAVI.
La diputada local Celia Castro Torres exhortó al gobernador Jesús Aguilar Padilla, y al secretario de Gobierno, Rafael Oceguera Ramos, a que expliquen el presunto tráfico de influencias del que acusa el periodista Humberto Millán a la funcionaria.
«Si de fondo es este problema por tráfico de influencias, sí deben dar la explicación, explicar las razones (el Gobierno estatal), porque si es tráfico de influencias está mal», sostuvo.
La legisladora aseguró que al seno de la comisión que encabeza, conformada por tres panistas y dos priístas, siempre hubo respaldo total al trabajo de Rodríguez Pérez, para quien incluso se gestionó un incremento al presupuesto de 2006.
La gestión fue en reconocimiento a su desempeño, calidad y compromiso al frente del Consejo Estatal Para Atender y Prevenir la Violencia Intrafamiliar, concluyó.
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