Al menos cinco agresiones directas habían sufrido delegadas regionales de la Defensoría de la Mujer Indígena (DEMI) y abogadas que trabajan para la entidad, antes del atentado cometido contra Cleotilde Cú Caal, titular de la DEMI, según el Mecanismo de Apoyo a los Pueblos Indígenas Oxlajuj Tz’ikin, que exigió el esclarecimiento de los casos.
El Consejo Directivo de esa entidad informó en un comunicado que de todos los casos se presentaron denuncias ante el Ministerio Público, la Procuraduría de los Derechos Humanos y otras instancias, pero ninguno ha sido investigado y esclarecido.
El 25 de marzo pasado, Cleotilde Cú Caal, sufrió un atentado del que salió ilesa y su piloto Héctor Rolando Caz resultó gravemente herido. Previamente, ya se habían registrado otras agresiones a las integrantes de la institución, que tiene como función defender la vida y los derechos de las mujeres mayas, xinkas y garifunas.
En 2009, la abogada Sandra Santos fue agredida al finalizar una audiencia en Chimaltenango; el segundo caso fue el de la activista Lucinda García, quien laboraba en la sede regional de Huehuetenango; García fue perseguida durante varios días por hombres desconocidos quienes buscaron atemorizarla para que desistiera de los casos que atendía.
La abogada Mónica Fuentes, quien trabaja en la regional de Quetzaltenango y atiende casos de violencia contra la mujer y violaciones fue golpeada en la oficina de la DEMI.
Además la Delegada Regional de Quetzaltenango, Natividad Batz, y de Cobán, Alta Verapaz, Ana Rutilia Ical, recibieron amenazas de muerte, durante abril y julio de 2009, indica la información.
La entidad repudió todos estos hechos y manifestó su solidaridad con las afectadas, a la vez que exigió que se aclaren estos ataques.
Les apoyamos en su mandato, enmarcado en el Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos Indígenas, y exigimos que sea respetado y apoyado por el Estado, indicó.
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