Mujeres de diversos partidos políticos y organizaciones sociales coincidieron aquí que aún falta mucho por acabar con la desigualdad hacia las mujeres en todos los ámbitos públicos y también en el privado, además de pronunciarse en contra de la violencia y la guerra.
Durante el Foro los Derechos de la Mujer en el Siglo XXI, la titular del Instituto Poblano de la Mujer, Claudia Hernández, apuntó que los grandes retos del siglo XXI para la humanidad son la guerra y la violencia; la pobreza, el hambre y la creciente marginación; la injusticia social, derivada de la falta de la desigualdad; el desequilibrio y deterioro ecológico, y la enajenación y pérdida de los valores universales.
Invitada por el Foro Democrático, Agrupación Política Nacional, la funcionaria consideró que los retos de los países latinoamericanos, entre ellos México, son la moral y la educación, entendidas estas como una cultura cívica y ética; la democratización y la globalización que se refiere a la modernización del país y su inscripción eficiente y exitosa en los procesos de creciente interdependencia.
Mas adelante, aseguró que en el proceso de modernización la mujer se revalora y toma conciencia de su individualidad y de sus derechos, de ahí que el debate cultural que podría ocurrir en las próximas décadas sea con el objeto de redefinir a la familia y su papel en la sociedad y en la vida de las personas.
Hernández añadió que no se busca hacer más leyes, sino que las mujeres conozcan y ejerzan sus derechos.
A su vez, la ex diputada local del PRD, Susana Wuotto Cruz, dijo que los avances obtenidos en los últimos años han logrado una transformación en las condiciones de vida de un alto porcentaje de mujeres, pero reconoció que el impacto de estos cambios en la toma de decisiones es muy débil.
BUENAS INTENCIONES
Añadió que en los espacios tradicionales de poder como los partidos políticos, los sindicatos o las organizaciones empresariales, las mujeres han estado al margen, aunque existe una posición mayoritaria sobre la necesidad de su incorporación al poder y a la toma de decisiones.
Sostuvo que ese liderazgo emerge con fuerza y reclama su papel social, con derecho legítimo a intervenir en la dirección de la sociedad como instrumento de transformación para responder a las demandas y desafíos.
La ex diputada perredista aseguró que en esta entidad, las mujeres dejaron de ser «el relleno de las listas, salimos del discurso para colocarnos en las tareas políticas» y afirmó que las mujeres han contribuido a dar credibilidad a la autoridad y legitiman las decisiones, aunque consideró que antes de tener los espacios es necesario aprender para qué los queremos, no debemos olvidar ser solidarias con nosotras mismas.
Por otra parte, la maestra Socorro Madrid Gutiérrez, lamentó que en México exista una fuerte tendencia a ver a la educación no como un derecho sino como un servido, con lo cual se abre un amplio espectro a su privatización.
La educación, agregó, ha sido una mercancía que se vende fácilmente en el marketing de las campañas políticas, se ha burocratizado y los intentos por modernizarse ha generado una tendencia economista sin advertir que hay escuelas que carecen de espacios, equipos, materiales y personal docente.
Además, dijo, se advierte la ausencia de contenidos que reivindiquen el papel de la mujer en la economía y desarrollo de la sociedad, con perspectiva de equidad, en la que se aborden temas como el derecho a ejercer o no la maternidad, la sexualidad, el aborto, la necesidad de impulsar políticas públicas que posibiliten el acceso de las mujeres a espacios de toma de decisiones.
Luego enfatizó que la escuela como el hogar son espacios donde se forma o deforma, pero son los sitios donde se deben impulsar las transformaciones significativas que garanticen el desarrollo de hombres y mujeres en plenitud y equidad.
EL PAPEL DE LA EDUCACION
La catedrática de la Universidad Pedagógica Nacional propuso asumir que la educación pública, con todas sus limitantes ha sido el soporte de la nación, donde se tendría que aprender a conciliar y buscar nuevos equilibrios entre una formación ética, humanista, equitativa, con perspectiva de género y avances tecnológicos.
Mientras que las mujeres tenemos que desaprender lo aprendido, que no es verdad que «calladitas nos vemos más bonitas» y que tenemos capacidad para ser solidarias con nosotras mismas, a impulsar a otras en espacios de decisión.
En su momento, la maestra Gloria Tirado Villegas, del Centro de Investigaciones sociales de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, hizo un recuento del trayecto histórico por el que las mexicanas tuvieron que pasar para obtener el derecho al voto desde antes de la Revolución Mexicana.
El Foro los Derechos de la Mujer en el siglo XXI, fue organizado por el Foro Democrática Agrupación Política Nacional, cuya presidenta Rosalía Ramírez Moctezuma, destacó la importancia de este tipo de actos que enseñan a las mujeres a ser solidarias, a respetar las diferencias y a compartir los anhelos.
En el foro participaron también la vicepresidenta del Partido México Posible, Elsa Conde Rodríguez; la representantes del PRI, la ex diputada Blanca Alcalá Ruiz; así como la microempresaria Esperanza Sánchez Pérez, y la agrónoma de la Universidad de Chapingo, Julieta Pérez Hernández.
SJ/MEL
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