El déficit en materia ambiental es grave, ya que el 70 por ciento del territorio nacional tiene algún grado de deterioro, señaló el coordinador del Proyecto Mecanismos para la Conservación de la Biodiversidad en Tierras Privadas en México (MCB), Martín Gutiérrez Lacayo.
Gutiérrez Lacayo, quien coordina uno de los 10 proyectos que el Banco Mundial está financiando en el país en materia de medio ambiente y conservación, aseguró que cada año México pierde un millón de hectáreas de selvas y bosques, equivalente a la extensión territorial del estado de Jalisco, por lo que el problema debe ser considerado como de seguridad nacional.
En conferencia de prensa, en las oficinas del Banco Mundial en México, donde se presentó el proyecto MCB, el especialista en medio ambiente de la organización Pronatura indicó que la falta de agua, la carencia de tierras productivas, así como los desastres naturales, tales como inundaciones, son resultado de la falta de una política integral en materia ambiental.
Aunado a lo anterior, señaló que se carecen de incentivos fiscales, regulaciones legales y mecanismos de políticas públicas que tiendan hacia la conservación de la biodiversidad, sobre todo si se toma en cuenta que el 80 por ciento del territorio nacional está en manos de propietarios privados, ejidatarios y comunidades, mayoritariamente, que dependen de la tierra para subsistir.
Por su parte, el director del Banco Mundial en México, Olivier Lafourcade dijo que paradójicamente al deterioro ambiental, México es uno de los países más ricos en materia de biodiversidad por lo que es vital su protección.
Entre las riquezas con que cuenta el país están: tiene el mayor número de reptiles, ocupa el segundo lugar con el mayor número de especies animales y es el cuarto país con mayor diversidad de plantas.
Por lo anterior, el Banco Mundial junto con el Fondo de Medio Ambiente Mundial (GIEF) por sus siglas en inglés, pondrán en funcionamiento el MCB, como un programa piloto que proteja la biodiversidad de más de 20 mil hectáreas de tierra de propiedad privada en los estados de Chiapas, Jalisco, Veracruz, Durango y Estado de México.
El costo del programa es de 725 mil dólares para tres años, a fin de crear mecanismos de planes de conservación de la biodiversidad para comunidades indígenas y ejidos.
Lafourcade sostuvo que el proyecto MCB financiado por el Banco Mundial ofrece una opción para proteger los recursos naturales y al mismo tiempo resguardar la subsistencia de las comunidades.
Pronatura, quien será la organización encargada del manejo de los fondos, la negociación de los planes de conservación y la puesta en práctica de los mismos con el consenso de las y los propietarios de las tierras, tiene como meta capacitar a 150 organizaciones, comunidades y ejidos sobre la conservación de la tierra y la diversidad.
En el marco del proyecto se crearán criterios, prácticas y regulaciones para fortalecer la protección de la biodiversidad que se consultarán con las comunidades locales, lo que podrá incluir reformas legales e incentivos.
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