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El costo de oler bien

Por Silvia Magally

El Consejo Nacional de Población prevé para este año que existan en México 51 millones de mujeres. Casi 38 millones, mayores de 12 años de edad, serían consumidoras potenciales de aguas de colonia, lociones y perfumes, quienes pagarán el impuesto suntuario del cinco por ciento adicional al IVA.

Los artículos de lujo, muchas veces ligados con lo femenino, propician un consumo que favorece a una industria de ganancias millonarias, con miles de empleos que pese al aumento del impuesto no estarán totalmente en peligro, pero que para los fabricantes representa un golpe cuyas consecuencias no se conocerán de inmediato.

Lo cierto es que las mujeres sin recursos consumen fragancias de dudosa calidad, sin control sanitario que pueden llegar a afectar su salud, y es previsible que el consumo de éstas aumente por parte de la población femenina y también, masculina.

MERCADO CON AROMA DE MUJER

Los industriales aseguran que aún no es claro como se aplicará el aumento al IVA, pero los comerciantes ya lo aplican indiscriminadamente.

La medida legislativa es muy igualitaria: el cinco por ciento adicional al IVA es parejo, no importa si se trata de fragancias baratas o costosas, de marca o «patito», de una tienda departamental o de las escaleras del Metro.

Para Oscar Del Toro Vilchis, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Perfumería y Cosmética (Canipec), de las 230 empresas que existen del ramo, 103 están afiliadas al organismo que él encabeza, representando el 97 por ciento del volumen de ventas del sector.

El valor anual de este mercado asciende a los tres mil 200 millones de dólares, generando 29 mil empleos directos; no obstante, a través del sistema de ventas directas, un millón 600 mil familias -90 por ciento encabezadas por mujeres– reciben un ingreso mensual.

Inconforme por la aplicación de este nuevo impuesto, Del Toro Vilchis asegura que hasta el momento no existe claridad respecto a los productos de esta industria que resentirán el incremento de cinco por ciento.

¿QUE ES EL PERFUME?

Actualmente, la producción de perfume representa el 12 por ciento de la producción total del sector en el país. La Canipec define a la sustancia como un aceite de origen vegetal o animal y/o sintético que se aplica en la piel.

Esta mezcla de sustancias volátiles y odoríferas se caracteriza por tener una concentración de esencia de 15 a 30 por ciento disueltas en alcohol de 90 a 95 grados, categoría en la que según Del Toro Vilchis no figuran las aguas de tocador, lociones y colonias.

El Diario Oficial de la Federación, que publicó los nuevos impuestos decretados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), define como perfume a «la mezcla de productos aromáticos de origen natural o sintético, diluidos generalmente en alcohol y otras sustancias inertes para ser aplicada en la piel, así como los productos líquidos que pueden contener alcohol y otros ingredientes que determinan su acción específica».

Dentro de esta categoría –al contrario de lo que afirma la Canipec– quedaron comprendidas las aguas de tocador y las lociones.

Por ello, la Canipec entró en negociaciones con la Unidad de Política de Ingreso de la SHCP, para definir con transparencia los productos a los que se aplicará el nuevo impuesto.

PIRATERIA, CIERRE DE EMPRESAS Y DAÑOS A LA SALUD

El vicepresidente ejecutivo de la Canipec, Pedro A. Infante, rechaza la interpretación legal de Hacienda, en tanto que Del Toro Vilchis señala que por «la ignorancia de los legisladores» el impuesto suntuario a la perfumería provocará el crecimiento del mercado informal, el contrabando y la piratería.

Aunque en estos momentos el impuesto suntuario ya es aplicado, Del Toro Vilchis advierte que aún no se puede medir el impacto que tendrá en la industria. En cambio prevé que en el peor de los casos habrá cierre de empresas, sobre todo de pequeñas y medianas, comandadas principalmente por mujeres.

De la misma manera, se extenderá la manufactura de perfumes que no cumplen con los estándares de calidad, o que utilizan materias primas inadecuadas para el uso final del producto, alcoholes de baja calidad o lacas automotivas con partículas de plomo o mercurio nocivas para la salud.

Se trata de fragancias que las mujeres adquieren en los tianguis, dice Del Toro Vilchis, a precios bajos que pueden provocar salpullido, alergias o incluso decoloración o manchas en la piel.

Sin embargo, Javier Ruiz, miembro de las academias Mexicana y Americana de Dermatología, indica que algunas fragancias dañan la piel sin importar el costo del perfume.

Por otro lado, Claudia Carrillo, quien encabeza una empresa mexicana de perfumería con presencia en 15 países centroamericanos, lamenta que muchas mujeres dejarán de comprar fragancias. No obstante, augura que el nuevo impuesto no impactará demasiado en su negocio, ya que sus productos tienen un precio máximo al público de 170 pesos.

Informa que en el mes de enero las ventas registraron un descenso, no sólo por la llamada «cuesta de enero», sino también por el efecto «psicológico» entre las consumidoras, tras el anuncio de cinco por ciento de impuesto suntuario a los perfumes.

ERROR LEGISLATIVO

El economista Vicente Velázquez Meléndez asegura que los legisladores se equivocaron al considerar al perfume como un artículo de lujo, y no comprender la realidad de muchas mujeres trabajadoras que requieren de esa herramienta para subsistir.

Así, destaca que las fragancias no debieron ser catalogadas como un bien suntuario como sería el caso del caviar o el salmón ahumado, cuyo consumo es exclusivo para personas con alto poder adquisitivo.

Miembro del Colegio de Contadores Públicos de México, Velázquez Meléndez opina que la industria de la perfumería no resentirá este aumento ni tampoco las mujeres dejarán de comprar. Sin embargo, reconoce que la medida legislativa ha causado polémica y enojo entre la población y los empresarios.

Por otro lado, sostiene que existen posibilidades para evitar el pago del impuesto, por lo que muchas empresas están recurriendo al amparo «contando con muchos elementos para ganar el juicio, debido a los vacíos e irregularidades que existen dentro de la propia ley».

El también integrante de Instituto Mexicano de Contadores Públicos, afirma que el impuesto suntuario a los perfumes «violenta los derechos de la ciudadanía».

Advierte que los impuestos deben ser proporcionales a los ingresos o a la capacidad de cada persona o empresa, «aunque resulta muy subjetivo delimitar la capacidad contributiva, lo que propicia que hoy en día se cometan tantas irregularidades».

Velázquez Meléndez, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México en la Facultad de Contaduría –en el área de impuestos– pronostica que el gravamen suntuario a los perfumes no golpeará ni al consumidor ni a la industria: «no va a pasar nada…».

       
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