En esta entrega hablaremos del pecho o cavidad pectoral, la zona de nuestro «yo soy» donde se encuentran dos de nuestros órganos vitales: pulmones y corazón, además de los senos -tanto en hombres como en mujeres-, la caja torácica y el diafragma.
Esta región es también llamada por los seguidores de Wilheim Reich «segmento torácico» y se extiende desde el diafragma (arriba del estómago) hasta la clavícula, la parte superior de la espalda (hombros), brazos y manos.
Toda esta zona tiene que ver con la persona en relación con el yo, dice Debbie Shapiro (Cuerpo mente. La conexión curativa, 1991). Al contrario del abdomen, vinculado a nuestra manera de entrar en relación con los demás, el pecho es la región de lo privado y lo personal.
«El pecho simboliza directamente el ‘yo’ y el sentido de la identidad propia», explica esta autora, que se puede observar en el simple gesto de señalar o tocar el pecho para indicar «yo» cuando hablamos de nosotros/as mismos/as, de nuestros sentimientos o de nuestras opiniones.
Un ejemplo de lo anterior es aquel grito que identificó a Tarzán, el hombre mono, personaje del cine que aparecía golpeándose el pecho.
Según Ken Dytchwald (Cuerpo-mente, 1983), esta zona es primordialmente un enfocador, amplificador y traductor de emociones. Ya que «no sólo procesa las emociones que fluyen hacia arriba desde el vientre a través del diafragma, sino que también proporciona pasión y relación interpersonal a esos sentimientos».
Así, agrega, «todos los distintos aspectos del ser humano, tales como emociones, pensamientos, reacciones y expresiones, se mezclan y arremolinan en el pecho, cambiando continuamente de forma y dirección mientras evolucionan de la creación en la expresión».
Para Shapiro, por su forma el pecho puede estar hinchado o contraído.
En el primer caso, tiene que ver con la manera como queremos asumir el control y mostrarnos más yang (varoniles) cuando expresamos nuestra rabia pero tenemos problema para mostrar ternura. El segundo, puede indicar si somos inseguros/as y emocionalmente débiles, tímidos/as en la expresión y con necesidad de seguridad y confianza con el mundo exterior.
¿Puedes observar cómo es la forma de tu pecho? ¿Quién eres desde esta parte del cuerpo? ¿Cómo está tu «yo soy» aquí? Continuaremos sobre este tema.
*Periodista mexicana
2004/CV/GV