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El sur, la frontera olvidada

Por Lucero Saldaña

En la frontera sur de México se identifica la región costera y fronteriza de Chiapas con Guatemala como la zona más dinámica en las relaciones comerciales y de movilidad poblacional entre México y sus vecinos centroamericanos, de tal forma que se producen diversos flujos migratorios hacia y a través de esta región fronteriza. La mayoría de migrantes que utiliza esta frontera como mecanismo de paso tiene como principal destino el territorio estadounidense. Pero el fenómeno ha tenido una evolución galopante.

En una visita de la Comisión de Derechos Humanos del Senado de la República, a esta zona, a la que fui invitada, nos entrevistamos con los Cónsules de Honduras, El Salvador, Guatemala y de México en Umán Tecún, la población más cercana de Guatemala en la línea fronteriza, así como con el personal de la Comisión de Derechos Humanos en Tapachula, Chiapas; pudiendo constatar la gravedad del fenómeno migratorio en cuanto al incremento del flujo, pero sobretodo, la cantidad de violaciones a los derechos humanos de las y los migrantes tanto o más en territorio mexicano, como en el de origen.

La incongruencia es que nuestro gobierno exige un trato justo de parte de nuestro vecino del norte y no se está siendo recíproco en la atención y respeto hacia el fenómeno en el sur. Las principales observaciones son sobre la corrupción de las diversas autoridades federales y locales que intervienen a lo largo del territorio mexicano, la falta de capacidad de recepción de las demandas y quejas, la intervención de autoridades no facultadas para el tema migratorio, necesidad de visas humanitarias, las condiciones en que son asegurados y deportados a sus países. Y una larga lista de casos no atendidos.

Visitamos la Estación Migratoria y sorprendentemente nos encontramos con muy pocos migrantes. Sin embargo, entrevistando a dos mujeres jóvenes que se encontraban ahí me comentaron que en la noche anterior el lugar estaba lleno, que era imposible dormir por lo sucio y la cantidad de personas que incluso ir al baño le provocó vómito. Casualmente, para nuestra visita se había hecho la limpieza por la mañana y se habían comprado unas colchonetas. Una de las jóvenes me dijo que el riesgo lo corre porque salió de Honduras a consecuencia de los intentos de violación por parte de su padrastro y su hermanastro y que su mamá no hacía nada. Otro muchacho me dijo que era su noveno intento y que había observado cómo son intimidadas las mujeres por diversas autoridades y por las bandas criminales llamadas Maras Salvatruchas y que aunque son tratados como delincuentes en las cárceles, aún así volverían a intentarlo.

Solicité visitar las vías del tren de la empresa privada Chiapas-Maya en el que suben los migrantes para internarse en nuestro territorio, dado que en la reunión que sostuvimos con diez organizaciones de la sociedad civil que atienden a migrantes, se expuso una cantidad de accidentes en donde son arrojados y mutilados por los rieles de «el tren de la muerte». A tan sólo diez minutos de nuestro Hotel, en medio de casas habitación, el mercado, bomberos, el tren silba tres veces y empiezan a salir del panteón, y lugares encubiertos una cantidad de jóvenes de entre 13 y 30 años de edad desafiando a la muerte, y significando un nuevo perfil de las personas migrantes, en donde las mujeres han crecido de un 10 por ciento a un 30 por ciento desde hace dos años.

Las falsas expectativas que generaron las autoridades mexicanas con el Plan Puebla-Panamá, les despertó la esperanza de que habría más empleo, de tal manera que salen de 20 a 30 autobuses diarios de personas deportadas de Tapachula a sus países de origen. Lo que preocupa es que tampoco se ha hecho convenios importantes con los países fronterizos para formular una propuesta integral de seguridad en las comunidades de la franja del sur, además de que se debe revisar la política de servicios del sistema ferroviario, entre varias acciones de corto y mediano plazo.

Durante las visitas a la casa de migrantes se constataron todas las denuncias, casos dramáticos de personas y familias golpeadas, violadas, robadas, angustiadas, esperando del norte una mejor vida. Las autoridades de Chiapas conscientes e impotentes ante la magnitud, afirmaron la gravedad de la situación. Aumento de los llamados polleros, tráfico de mujeres y menores, actitudes antimigrantes xenofóbicas, criminalización de los migrantes.

Ante la falta de coordinación en los tres niveles de gobierno, el fenómeno de la violencia de género ha representado 309 asesinatos de mujeres en Guatemala este año. Sin embargo, el hecho es visto como casos aislados de violencia debido a que mueren más hombres que mujeres por actos violentos, dicen.

Mi respuesta entonces fue preguntarles quién mata a las mujeres y quién mata a los hombres ya que existe un fenómeno que no se reconoce además de otras manifestaciones como son, las condiciones de servidumbre, el incremento de la prostitución y pornografía infantil, y de casos de personas con VIH Sida, aunado a los abortos clandestinos y embarazos no queridos.

Todo lo anterior merece un análisis integral para realizar propuestas legislativas y de política pública, porque lo relacionado con la política migratoria no debe dirigirse solamente a la tipificación de delitos, o a la sanción administrativa del estatus migratorio irregular de una persona, porque los procedimientos migratorios deben garantizar y proteger antes que nada los derechos humanos de las personas migrantes. Se requiere promover una mejor comprensión del fenómeno migratorio en la frontera sur a través de un enfoque integral, objetivo y de largo plazo sobre los orígenes, manifestaciones y efectos de la migración en esa región.

El binomio migración y seguridad nacional debe ir acompañado del concepto de desarrollo, la integración económica, fortalecer la red regional de organizaciones civiles involucradas en el fenómeno migratorio y homologar la legislación centroamericana y mexicana en lo que el Congreso Mexicano y el Parlamento Centroamericano juegan un papel fundamental. No basta preocuparnos, sino ocuparnos de esta crítica situación, denunciarla es un primer paso.

*Senadora e integrante de la Comisión de Equidad y de la Comisión Especial que dará seguimiento a los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez.

lsaldana.sprisenado.gob.mx

2004/LS/LR

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