El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) eligió cinco iniciativas desarrolladas por jóvenes de todo el mundo para luchar contra la pobreza y la agencia Canal Solidario añade dos más, esta vez llevadas a cabo en España.
Aunque la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cuenta con grandes programas para luchar contra la pobreza en el mundo, la realidad supera la capacidad de acción de dichos programas y este año buscó nuevas ideas, enfoques más creativos y formas de trabajar alejadas de la tradicional cooperación al desarrollo, informó la agencia Canal Solidario.
Las cinco experiencias seleccionadas por la ONU son de Mozambique, Panamá, Papua Nueva Guinea, Tayikistán y territorios palestinos ocupados, mientras que la agencia Canal Solidario añadió dos más que se aplican en España, donde más de ocho millones y medio de personas viven con la mitad de la renta media disponible en todo el Estado, según Cáritas.
Samuel Magassosso dirige la Asociación de Agricultores Chekwaedzera, en Mozambique que ha promovido pequeñas empresas agrícolas en beneficio de más de seis mil personas, por lo que el gobierno de ese país los incluyó en su programa de eliminación de la pobreza.
Edith Castillo Núñez, fundó el Consejo Nacional de la Juventud de Panamá con el objetivo de fortalecer las pequeñas organizaciones juveniles para lanzar programas de prevención del SIDA o del cuidado al medio ambiente.
Bessie Maruia, de Papua Nueva Guinea, creó una serie de cursos de formación para 63 asesores que recorren el país para divulgar información sobre el VIH/SIDA y apoyar a las víctimas de esta enfermedad, con ello se estima que tres cuartas partes de la población ya han recibido esta información.
Mirzokhaidar Isoev, de Tayikistán, es testigo de los conflictos que se viven entre diferentes comunidades de su país, especialmente en la frontera entre el sur de Kirguistán y el norte de Tayikistán.
Para reducir la tensión que ahí se vive implicó a ambos bandos en un mismo proyecto, la planificación y ejecución de un sistema más eficiente de abastecimiento de agua que mejoró el acceso al líquido potable y redujo el conflicto.
Bader Za’amreh ayuda a estudiantes en sus tareas escolares, la diferencia es que Bader vive en los territorios ocupados de Palestina, donde el simple hecho de ir a clase se puede convertir en una actividad de alto riesgo.
La organización que dirige Bader, llamada Sharek y en ella colaboran una red de voluntarios y centros que ha contribuido a mejorar sustancialmente la educación en Palestina.
La primera propuesta de Canal Solidario es la fundación San Martín de Porres en Madrid creada por el educador Ricardo Pablo, quien trabaja con personas sin hogar, lo que implica enfrentarse a muchos problemas a la vez, todos relacionados con la exclusión social.
Ricardo Pablo se encarga, junto con otro educador y una pedagoga, del taller de inserción laboral que, desde hace cuatro años, funciona en el sur de Madrid.
El taller se dedica a la elaboración y montaje de piezas y materiales para el sector de la electricidad, electrónica, papelería, etc. «La actividad en el taller está pensada para desarrollar actitudes que permita a estas personas integrarse con normalidad en la sociedad, pero su permanencia en principio es temporal», explica Ricardo.
Alberto Cebeira, orientador laboral en Cáritas de Valladolid trabaja desde hace ocho años con un sector de la sociedad que no suele relacionarse con la pobreza porque no suelen ser tan visibles como lo pueden ser una persona de 50 años desempleada, una madre separada que nunca ha tenido una relación laboral o gran parte de la población gitana.
En su sede de Valladolid Cáritas, ha atendido de enero a octubre 359 nuevos casos de ese tipo, Alberto estudia la situación de cada uno de ellas y visita empresas para convencerlas de que estas personas pueden desarrollar un trabajo como otra cualquiera.
«Los perfiles de estas personas son muy variados y muy complicados, pero con pautas comunes: escasa formación y una gran mayoría de mujeres». Gran parte de la bolsa de trabajo que maneja Alberto es en el servicio doméstico, la limpieza y la ayuda a domicilio, es decir, los sectores donde existe un hueco laboral para estas personas.
Pero la mayor dificultad en el trabajo que desarrolla Alberto Cebeira es no sólo conseguir un trabajo para ellos, sino que tenga un sueldo digno, que sea medianamente estable y que tengan contrato laboral. Es decir, derechos básicos reconocidos internacionalmente e incumplidos constantemente.
2004/LR
