Por primera vez en 41 años, el Premio Nobel de Economía le fue otorgado a una mujer: Elinor Ostrom, por haber demostrado que es posible la administración de propiedades comunales por medio de asociaciones civiles. La politóloga estadounidense comparte el galardón, cuyo monto es de 1.4 millones de dólares, además de medalla y diploma, con su compatriota Oliver Williamson, a quien se le reconoce por su teoría de resoluciones corporativas en conflicto.
El Comité que concede el premio instituido en 1965 a la memoria del químico Alfred Nobel, con sede en Estocolmo, Suecia, destacó esta mañana, con respecto a la labor de ambos especialistas, que «durante las últimas tres décadas sus contribuciones han sido fundamentales para el avance de la investigación del ejercicio de la autoridad sobre la unidad política en términos de administración, control, dirección, gobierno y normatividad. Desde el margen hasta la vanguardia de la atención científica».
Ostrom desafió la idea convencional de que la propiedad comunal debe ser privatizada o regulada por autoridades centrales con base en estudios acerca de la administración de reservas de peces, lagos y aguas subterránea por parte de los usuarios de estos espacios.
Nacida en 1933 en Los Angeles y doctorada en Ciencias Políticas por la Universidad de California en 1965, Elinor Ostrom es profesora de esa materia en la Universidad de Indiana, integrante de la Academia de Artes y Ciencias de su país desde 1991 y presidenta de la Asociación Internacional para el Estudio de la Propiedad Comunal. Por su parte, Willamson es profesor titular de la Universidad de Berkeley, California.
El año pasado el ganador del premio fue Paul Krugman, profesor de la Universidad de Princeton en Nueva Jersey, Estados Unidos, y columnista del New York Times.
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