Inicio En Castaños, signos de desaliento sobre la sentencia: Vera

En Castaños, signos de desaliento sobre la sentencia: Vera

Por Soledad Jarquín Edgar/enviada

La Diócesis de Saltillo espera una sentencia seria, «muy seria» para los ocho militares que violaron a mujeres en la zona de tolerancia de Castaños, de lo contrario la justicia «pondría en peligro la vida de estas mujeres» y se podría cometer otra injusticia contra la sociedad mexicana, advirtió el obispo Raúl Vera López.

Luego del anuncio del juez que lleva la causa, Hiradier Huerta Rodríguez, de que será entre el 24 y 28 de septiembre cuando dé a conocer la sentencia a los soldados detenidos desde agosto de 2006 por el delito de violación, Vera López habla de «mensajes», de «signos» que lo desalientan sobre la posibilidad de que realmente exista un castigo severo para quienes cometieron estos crímenes.

Felipe Calderón «va a defender a capa y espada al Ejército, porque tal parece que es la única institución en la que confía», dice al recordar que en «el informe» del 2 de septiembre en Palacio Nacional es «la primera institución que elogia» y además justifica el aumento salarial que recibieron, muy por encima del resto de las y los obreros de este país.

Para mí es un signo muy peligroso, dice el sacerdote dominico.

Si no hay justicia para las mujeres de Castaños, con penas «muy serias» para los soldados que las violaron, secuestraron y cometieron todo tipo de barbaridades, e incluso rompieron el pacto federal al actuar uniformados y armados en territorio coahuilense, estaremos pisando terrenos peligrosos.

No sólo se trata de una injusticia contra las mujeres que fueron afectadas directamente, dice mientras hace una segunda lectura de lo que llama «mensajes claros» del gobierno, quien «nos va a sujetar a lo que el Ejército quiera hacer con nosotros».

Preocupado sostiene que el actuar del gobierno federal es «el cuadro clásico de las dictaduras, dejar que el Ejército y las fuerzas policiales tengan puertas abiertas. Es el dibujo de una dictadura no formal», «nada más de pensarlo me da hasta escalofrío».

El obispo dominico indica que resultaría desagradable y notable si absuelven o les dan penas mínimas a ocho de los soldados que participaron en este atentado contra un grupo de 14 trabajadoras de la zona de tolerancia la madrugada del 11 de julio de 2006, ya que uno más fue liberado, tres están prófugos y otros ocho no fueron llamados a cuentas.

Será un mensaje a la nación de que aquí a los militares se les va a permitir todo de ahora en adelante y apunta que el informe que el día 3 de septiembre emitió la Comisión Nacional de Derechos Humanos sobre el caso Zongolica, en el que de nueva cuenta se desecha la participación de soldados del Ejército en el caso de Ernestina Ascencio, podría ser un precedente, «nos están enviando un mensaje».

El obispo de la Diócesis de Saltillo basa su pesimismo sobre una sentencia condenatoria para los soldados en el tratamiento que se le ha dado al Ejército Mexicano y afirma que el gobierno (de Felipe Calderón) ha sido «muy condescendiente con ellos», recuerda a las mujeres de Michoacán y Zongolica, actos de impunidad a los que podría sumarse Castaños.

Consideró que ello podría estar relacionado con la dilación en la resolución del caso, cuya sentencia se esperaba desde agosto pasado. Son signos elocuentes de que quieren dejar pasar el tiempo para que «la indignación se borre, para que se pierda la memoria y salir de plano con una absolución total o con un sentencia mínima, ojalá que no se que se les va ocurrir».

Tras ofrecer una misa en la capilla del asilo en esta ciudad, el obispo se pone serio y recalca que en México, el gobierno federal, está dando «autoridad moral» a las fuerzas castrenses del país.

En Zongolica hubo una intervención directa del presidente de la República para avalar el diagnóstico de la CNDH.

Sin embargo, reitera que en el caso de Coahuila, sería ilógica una sentencia no condenatoria para los soldados. El delito existe y hay testigos. Incluso recuerda la retractación de Wendy, quien ha sido utilizada para señalar ?incluso- a una persona que trabaja en la Diócesis de Saltillo como una de las personas que la extorsionó para acusar a los militares.

Sobre este hecho, lamentó que las autoridades ministeriales no hagan nada, no le dieron importancia a la denuncia interpuesta por Jackie Campbell, a quien ni siquiera le han permitido el acceso al expediente, «lo que si tenemos claro por las 10 fojas que nos dieron es que Wendy fue la primera en denunciar, la primera en identificar a sus agresores sin que la llamara el Ministerio Público, fue sola, por su cuenta», de ahí que no se entienda el por qué de pronto se retracta.

El obispo Vera López reiteró su llamado a la justicia para que exista castigo a los soldados involucrados en el caso, porque de lo contrario se pondría en riesgo la vida de las mujeres afectadas, quienes han estado amenazadas desde un principio por gente de los soldados.

07/SJ/GG

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