En el mundo hay 2.3 millones menores de 15 años que, según se estima, están infectados por VIH/SIDA, dice el Informe Global sobre los Progresos Realizados en 2007 en el combate a esta enfermedad, elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y de ellos 90 por ciento contrajeron el padecimiento por transmisión materno-infantil.
En América Latina y el Caribe, el SIDA ha tenido un impacto devastador: cada minuto, una niña o un niño menor de 15 años muere por causas relacionadas con la enfermedad y también cada minuto cuatro jóvenes contraen VIH, mientras 15 millones de niñas y niños han perdido a sus padres debido a la epidemia, calculándose que para el 2010 los huérfanos por SIDA van alcanzar los 20 millones.
Por eso, el IV Foro Latinoamericano y del Caribe sobre VIH e Infecciones de Transmisión Sexual exigió en cada una de sus actividades el acceso universal a los antirretrovirales y a otros medicamentos destinados a combatir la pandemia. En el caso de las niñas y de los niños, menos del 5 por ciento que viven con VIH tienen acceso al tratamiento que necesitan, según datos de la Campaña sobre Niñez, Juventud y SIDA en América Latina y el Caribe de Unicef y ONUSIDA.
También se criticó que a pesar de los compromisos políticos adquiridos por los gobernantes de todo el mundo, las embarazadas contagiadas con el VIH no han recibido los servicios médicos para controlar la enfermedad, y evitar así que los bebés nazcan infectados.
«En 2005, de las más de 2 millones de embarazadas que se estima están infectadas por el VIH, sólo 220 mil recibieron profilaxis antirretroviral como parte del Programa de Tratamiento con Metadona, lo que representa una tasa de cobertura de 11 por ciento», destaca el Informe Global sobre los Progresos Realizados en 2007 de la OMS
En América latina y Caribe menos del 30 por ciento de las mujeres embarazadas reciben servicios para evitar la trasmisión del VIH a sus bebés.
A escala mundial, más de 85 por ciento de las mujeres embarazadas infectadas con el virus viven en África. Y Sudáfrica es el único país en el que 25 por ciento de las mujeres seropositivas reciben tratamiento para su embarazo.
TESTIMONIO DE NIÑAS Y ADOLESCENTES
Antes de dar por finalizado el IV Foro Latinoamericano y del Caribe en VIH/SIDA, para tratar sobre el proceso de feminización de la epidemia y la necesidad de escuchar las voces y las opiniones de las propias personas afectadas, presentaron el libro «Y ni siquiera lloré». Testimonios de niñas y adolescentes latinoamericanas viviendo con VIH/SIDA.
Este libro, producido por la ICW Latina (Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con VIH/SIDA) con el apoyo de la Oficina Regional de Unicef para América Latina y el Caribe, narra las experiencias de niñas y adolescentes que viven con VIH y hacen visibles aquellos sentimientos de amor, solidaridad y fuerza que a menudo quedan ocultos detrás de las numerosas cifras y proclamas acerca de la epidemia del VIH/SIDA.
Estas historias de vida son modelos de coraje y valentía frente a la epidemia, y al mismo tiempo un retrato de la feminización de la epidemia en la región.
Victoria, de 13 años de edad, vive en Uruguay y en conferencia de prensa comenzó diciendo «estoy infectada desde 1992, viví cinco años en la cárcel junto a mi madre, cuando pude ir a la escuela fui discriminada. Hoy vivo una vida más normal, yo actúo como si no estuviera enferma, tengo amigos y una vida feliz. Sin embargo no todos mis amigos saben que estoy infectada, yo elijo a quién decírselo».
Karen, quien también aportó su testimonio, tiene apenas 11 años y en su país lleva una vida visible a partir de la denuncia pública que hicieron sus padres luego de ser discriminada en el colegio. Ella confiesa que tampoco lloró cuando participó del libro, me siento una persona normal, he sufrido discriminación y soledad, sin embargo mucha gente me quiere y me respeta.
Finalmente Karen dice: «la infección la tengo adentro, no afuera para que me discriminen».
07/LM/GG/CV
