Como es de dominio público el sector agropecuario, pesquero y acuícola del país atraviesa una de sus peores crisis, la situación de estrangulamiento financiero por lo demás complejo y muy crítico para más de 10 millones de productores en el país, se suma a los riesgos que conlleva la burocracia y las restricciones establecidas para acceder a los beneficios que otorga la financiera rural antes -Banrural-.
Los riesgos de que fracase la financiera rural en éste año son enormes, si no se atienden a tiempo diversos nudos problemáticos que enfrenta todo programa que se pone en marcha por primera ocasión, pero además, si a ello le sumamos el predominante subejercicio presupuestal que se ha venido presentando bajo la administración del gobierno de Vicente Fox, dirigidos sustancialmente al combate a la pobreza y el apoyo al campo y a los pueblos indígenas (sectores establecidos según el PAN Nacional )y el presupuestos de egresos para el año en curso de alta prioridad para ser ejercidos de manera expedita y transparente, que en realidad no ha resultado cierto.
Nos sumamos a las voces del sector agropecuario del país que reclama expedites y transparencia de los acuerdos nacionales para el campo, que haciéndolas nuestras el jueves 18 de septiembre en el Senado de la República nos adherimos para exhortar al titular del ejecutivo Federal establezca medidas urgentes en la regulación que facilite la aplicación de créditos de avio y refaccionarios a Sociedades Cooperativas de Producción de Bienes y Servicios en general y en particular a las actividades dedicadas a la pesca y a la producción acuícola, toda vez que estas actividades se rigen por ciclos biológicos precisos, que nada tienen que ver con los sistemas burocráticos que se establecen para cumplir con las normas jurídicas de la financiera, ya que de no iniciarse en tiempo y forma dichas actividades acuícolas corren el riesgo de perder más del 70 por ciento de su producción, sino es que más, situación que de igual forma se encuentran los productores de cría de ganado caprino y bovino, en estados como Sonora, Sinaloa, Guerrero y el resto de los Estados del pacífico.
Uno de los riesgos del fracaso es el posible subejercicio de la Financiera Rural que pudiera generarse, sobre todo por el hecho que es a partir del 21 de agosto de éste año que el presidente Vicente fox anunció que este nuevo organismo habrá de colocar más de cinco mil millones de pesos en lo que resta del año a más de 460 mil personas físicas y morales. La colocación de mil doscientos cincuenta millones de pesos mensuales, en promedio, hasta el mes de diciembre, supone un intenso trabajo en esta etapa inicial tanto de las autoridades federales encargadas de la administración de estos recursos, como de las autoridades locales y de las propias organizaciones que se encargan de difundir la normatividad y los criterios de selección de los acreditados.
Sabemos bien que esta cantidad es muy inferior a los requerimientos de la reactivación del campo mexicano, sin embargo, sería mucho peor el hecho de llegar al final del año sin haber podido ejercerla o habiendo concentrado los recursos en unos cuantos acreditados, a fin de no caer en omisión, por lo que es de primer orden la demanda de simplificar el acceso a los esquemas de financiamiento para los productores del campo, la pesca y la acuicultura, si no queremos que la financiera agonice antes de que rinda los frutos esperados.
Leticia Burgos Ochoa es senadora por el Partido de la Revolución Democrática
