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En Tamaulipas, divorcio hasta por internet

Por Benny Cruz Zapata

Gregorio Sánchez y Elisa Ruiz son una muestra de que el matrimonio no es para toda la vida; él, de 44 años, y ella, de 47, se han convertido en un expediente más de violencia intrafamiliar en Tamaulipas, pues él, alcoholizado como andaba el lunes de esta semana, intentó acabar con la vida de la mujer que un día juró amar y respetar.

Pero no era ésta la primera vez que quería acabar con ella y, de paso, tal vez sin desearlo, con una relación familiar que, como muchas otras, es de golpes, agresiones y vejaciones.

«Ahora sí se le pasó la mano, mire: me dejó sin dientes y casi me arrancó el hombro de una mordida; los dientes me los quebró del golpe que me dio con una llave steelson; se enojó porque no podía quitar el tanque de gas y traía hambre. Andaba borracho y yo me le atravesé. No es malo; incluso, bueno y sano es un pan de Dios, pero borracho es el mismito demonio, por eso el lunes me quería matar».

Estas fueron las palabras de la mujer en su declaración ante la Fiscalía Especializada en Violencia Intrafamiliar y Delitos Sexuales local, a cargo de la licenciada Martha Montalvo Tapia.

El matrimonio Sánchez Ruiz no es único. Su realidad es similar a la de miles y miles de parejas que han optado por el divorciarse o, sencillamente, por separarse.

«En ocasiones, aunque nos duela, eso es lo mejor para el bienestar familiar; uno lo puede ver en los hijos que son severamente dañados por la violencia que se vive en el seno familiar», aseveró la especialista.

«Por ejemplo, en días pasados un pequeño que no llegaba a los 10 años de edad me confesaba su ansia por llegar a grande: cuando esté como mi papá, voy a comprar un mecate grande y fuerte para amarrarlo, a ver si así le deja de pegar a mi mamá, decía».

Continúa Martha Montalvo: «Los testimonios suelen ser infinitos. La semana pasada me llegó una mujer que no llegaba a los 30 años; la traían sostenida su madre y una hermana. Las tres lloraban: la mujer de dolor y su familia de coraje e impotencia. Cuando la revisó el médico, además de cuatro costillas rotas y un ojo morado, encontró que su pareja la había forzado a tener relaciones sexuales.

«Toda la denuncia iba bien, pero cuando se le mencionó que a la denuncia por la golpiza se le agregaba el delito de violación, pues el que fuera su marido no le daba derecho a sostener una relación sexual en contra de su voluntad, lo que también constituye un delito, la mujer de inmediato se negó a seguir con la demanda. De nada valieron las súplicas, las amenazas y el llanto de la madre y la hermana».

La funcionaria añadió: «Nosotros somos pro integración familiar, pero cuando el maltrato raya en la violencia extrema recomendamos todo lo contrario, pues la vida misma de la mujer esta en peligro, además de la salud mental de sus hijas e hijos.

DE LA VIOLENCIA AL DIVORCIO

Más allá que el divorcio es multifactorial y de que las preguntas sobre este hecho son infinitas, al igual que los motivos, ésta es una realidad que ha lacerado el ánimo de las 24 mil 720 personas que se han separado mediante un proceso civil en Tamaulipas.

El panorama de la vida en pareja es compleja; según las estadísticas manejadas por el Consejo Estatal de Población, a cargo de la licenciada Marisela Garza Wong; pareciera que el matrimonio como institución va a la baja; además de las más de 24 mil personas divorciadas; hay 213 mil más que viven en unión libre y casi 54 mil que, aunque no se han divorciado, ya se han separado.

«Hay matrimonios que jamás se divorcian, pero esto no es impedimento para que las personas hayan emprendido una nueva relación con hijos y todo, lo que se pone en evidencia al ver la más reciente: En Tamaulipas, 213 mil 412 personas viven en unión libre; a esto se le suma que aun en estos tiempos 13 mil 869 no han contraído matrimonio civil y sólo se han casado religiosamente, por lo que si llegan a separarse no tienen nada que oficializar ante las leyes».

En cuanto al municipio de Victoria, 18 mil 512 personas viven en unión libre, 5 mil 312 se han separado y 2 mil 889 han llegado al divorcio definitivo.

UN CAJON LLENO DE MIEDOS

Dicen los especialistas que las razones por las que un matrimonio fracasa son muchas, demasiadas para hacer una lista. Pero no puede faltar el «quién tuvo la culpa». Sin embargo, echarse la culpa mutuamente o a las circunstancias no cambia la cuestión. El hecho es que, cuando un divorcio se hace definitivo, ambos tienen que adaptarse a la nueva situación.

El matrimonio se acabó. La nueva realidad es el divorcio: una separación total, legal, moral y aceptada, aunque no del todo, como la última solución. Ya hasta el contacto físico entre ambos es irritante o molesto. También se dice que el tiempo cura las heridas….pero deja cicatrices.

La licenciada Alicia González Martínez, de 38 años de edad, sabe lo que dice, porque para ella la vida cotidiana al lado de Fernando Zúñiga, su marido, sólo era un cajón lleno de miedos.

Divorciada hace un año, la catedrática universitaria accede al diálogo previa promesa de proteger su identidad:

«Cuando llegué ante el ministerio público toda golpeada, jalando a mis dos hijos pequeños de la mano, supe que todo se había acabado; al rendir mi informativa penal contra quién alguna vez considere que sería mi marido para toda la vida, tuve la certeza de que no equivocaba mi decisión».

Añade: «Cuando el licenciado me leyó mi declaración para que ratificara la demanda, mi decisión de dejarlo no tuvo dudas: Fernando era la persona que peor me trataba, la que menos me respetaba, la única que me golpeaba, la que más reproches me hacía, la que todo me criticaba y a la única que yo le aguantaba y justificaba todo».

Puntualiza: «Era humillante la convivencia: fueron 14 años donde la suma de los malos momentos siempre la justifiqué por celos, por inseguridad, incluso por «amor exagerado» hacia mi persona. Mi autoestima era tan baja que llegue a sentirme culpable de la situación y de la falta de respeto elemental hacia mi persona.»

La mujer revive algunos de los peores momentos de la relación: «Llegaba al grado de revisarme mis partes íntimas cada que regresaba de dar clases. Está celoso, me quiere mucho, llegué a pensar. Después vinieron los aventones y su coraje contra todo lo que yo hacía».

Y continúa: «Ya no le importaba la presencia de mis hijos, de cinco y diez años de edad. Siendo maestro, igual que yo, su aportación al gasto familiar eran mil pesos a la quincena, que no alcanzaban ni para la escuela de los niños. Todo lo demás yo lo pagaba; como no tenía quien me ayudara, todo el peso de la casa estaba sobre mis hombros: el quehacer, los hijos, la ropa limpia, la comida, el doctor, hasta sacar la basura me tocaba.

«Ahora me doy cuenta que mi vida a su lado estaba reducida a un cajón de miedos: a que de repente se enojara y me diera un manotazo, a que la comida no le gustara, a que se me hiciera tarde en el trabajo, a no llegar antes que él, a no plancharle a su gusto las camisas, a no adivinarle el pantalón que quería ponerse; en fin, miedo a todo. El divorcio no fue fácil ni rápido, pues es con todo el alivio cotidiano que me dio a mí y a mis niños, no deja de ser un fracaso».

DIVORCIO EXPRESS

Más allá de los antecedentes que encierra un divorcio, en Tamaulipas éste ha dejado de ser un desgastarte trámite legal; por ley; el divorcio administrativo puede darse en unas cuantas horas; basta cumplir con los requisitos y en 15 minutos ya se tiene el registro. De acuerdo con la información difundida por la Oficina del Registro Civil, los requisitos para registro de un divorcio administrativo son:
• Tener un año de casados
• Presentarse con dos testigos


Y en original y copia, los siguientes documentos:

• Acta certificada de matrimonio.
• Que ambos sean mayores de edad, lo que acreditarán con las actas de nacimiento correspondientes.
• Los solicitantes se identificarán plenamente mostrando identificación con fotografía.
• No tener hijos entre sí o, teniéndolos, que sean mayores de edad, siempre que no sean incapaces.
• En caso de que hayan contraído matrimonio bajo el régimen de sociedad conyugal, deberán presentar copia certificada de la resolución judicial o del convenio notarial a través del cual se liquida dicha sociedad.
• La mujer deberá presentar certificado médico en el que conste que no se encuentra en estado de gravidez.

Y si ya no quieren verse más, el acta del divorcio pueden gestionarla por internet, pagando 366 pesos por el envió a cualquier parte del país o 450 pesos al extranjero, con servicio a domicilio; de tratarse de un divorcio administrativo, la cifra sube a mil 374 pesos.

06/BC/YT

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