Inicio Encuentros Feministas de AL y el Caribe: cadena de esfuerzos

Encuentros Feministas de AL y el Caribe: cadena de esfuerzos

Por Yunuhen Rangel Medina

Este año se celebrará en México la edición XI del Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe (EFLC), programado del 16 al 20 de marzo próximo en el Centro Histórico de Ciudad de México, producto del esfuerzo de organizaciones por lograr un espacio de articulación política regional a favor de los derechos humanos de las mujeres.

Desde el inicio de los años 80, las feministas latinoamericanas y caribeñas crearon los Encuentros Feministas Latinoamericanos y del Caribe (EFLC), por medio de los cuales las mujeres han tejido redes de actuación colectiva, han definido fechas de luchas comunes y han firmado lazos de identidad y solidaridad regional, publicó el Comité impulsor en la página www.11encuentrofeminista.org

ENCUENTROS

El primer Encuentro Feminista se llevó a cabo en Bogotá, Colombia, en 1981, fecha inolvidable por el establecimiento del Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, posteriormente en Perú en 1983; en Brasil en 1985; en México durante 1987.

Desde entonces el Encuentro se lleva a cabo cada dos o tres años como un espacio en el que convergen el diálogo y el debate, en donde se ventilan conflictos, controversias y se da la formación de coaliciones entre las distintas corrientes de pensamiento feminista con un enfoque crítico en el intercambio de ideas.

Los encuentros suman 10 reuniones, todos escenarios de intensos debates que hablan de la evolución de la mujer en su contexto económico, político y social.

Para 1990 tocó el turno al quinto Encuentro que se llevó a cabo en San Bernardo, Argentina. En ese año nació la Campaña 28 de Septiembre Día de la Acción por la Legalización del Aborto en América Latina y el Caribe.

ABORTO, TEMA DEL QUINTO ENCUENTRO

La periodista Cristina Camusso, recuerda que en el contexto del Quinto Encuentro se realizó una reunión de organizaciones latinoamericanas de mujeres sobre «Situación del aborto en América Latina, perspectivas y estrategias, en Lima, Perú.

En ese momento, se evaluó la importancia de difundir la información sobre el tema en la región y la necesidad de trazar un panorama regional acerca de su tratamiento jurídico, decisivo para planificar estrategias para su legalización», describe Camusso.

AUTONOMÍA

Durante el Sexto Encuentro, en El Salvador, en 1993, surgió una corriente alterna, denominada «mujeres autónomas» que están en contra de institucionalizar el feminismo.

Para 1996 siguiente el VII Encuentro se celebró en Cartagena, Colombia, y las diferencias entre las distintas ópticas de las feministas se hicieron evidentes. Las memorias publicadas por las feministas autónomas en su página Web dice: «muchas decidimos apellidarnos autónomas».

Por su parte, la socióloga feminista costarricense Virginia Vargas opina que el Encuentro de Cartagena acercó a las mujeres a los riesgos que el feminismo enfrenta, a la búsqueda de estrategias que posicionen las luchas y los derechos de las mujeres en la sociedad, y a la transformación paralela de aspectos político-culturales.

Vargas explica que el dilema es «…cómo ganar para las mujeres en el aquí y en el ahora, desde una postura ética y transgresora de los arreglos sociales, políticos, culturales y sexuales existentes» (www.cotidianomujer.org.uy).

En noviembre de 1999, el anfitrión del VIII Encuentro fue Republica Dominicana, con la participación de mil 500 mujeres de AL y El Caribe para reflexionar sobre política, y unir fuerzas para consolidarse como un movimiento transgresor, publicó el periódico La Jornada.

Aunque el Encuentro se caracterizó por la numerosa participación femenina, algunas por primera vez, los resultados fueron «visiblemente insatisfactorios».

GLOBALIZACIÓN

En diciembre de 2002 en Costa Rica se celebró el IX Encuentro con la participación de unas 850 mujeres entre las que se incorporaron algunas nicaragüenses.

Esta vez el tema central fue «Resistencia Activa contra la globalización neoliberal tema sobre el cual se llevaron a cabo análisis, talleres y plenarias en la que se estudió el impacto que este tema había tenido hasta entonces en las mujeres en lo individual así como en las organizaciones feministas de la región.

«Nos inspiramos en las raíces del feminismo radical contemporáneo: repensando contextos, culturas, conceptos y lenguajes. Esto se plasma en el tema que nos convoca –Resistencia activa frente a la Globalización neoliberal» afirmaron en el mensaje de apertura publicado en su página Web.

Al respecto, la diputada nicaragüense Xanthis Suárez y miembro activo de la directiva del Centro Mujer y Familia expresó: «La globalización empuja hacia la privatización masiva y golpea desproporcionadamente a las mujeres y a otros grupos excluidos».

El Encuentro volvió a Brasil en 2005 en su décima celebración, veinte años después de que la ciudad costera de Bertioga albergó en 1985 al Tercer Encuentro.

En esta ocasión los ejes del debate se centraron en los movimientos de mujeres negras, lésbico, movimiento joven, movimiento de salud y derechos sexuales y reproductivos, movimiento de educación popular, movimiento por los derechos humanos, entre otros.

Así mismo fue dirigido hacia resolver la interrogante del papel, importancia y trascendencia que los encuentros como espacios de reflexión y debate político habían tenido a los largo de los años, así como la valoración sobre la necesidad de rediseñar la perspectiva feminista y si ésta debía tratarse como una forma centralizada en la región.

Entre los temas del X Encuentro estuvieron el incremento de la violencia contra las mujeres, la pobreza y la aparición de una nueva derecha política y sus ideas conservadoras.

En el XI Encuentro Feminista, que se realizará del 16 al 20 de marzo próximo en el Centro Histórico de Ciudad de México, se espera la visión tanto de feministas «autónomas» como de las plurales, las que participan tanto en partidos políticos como en organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.

Axela Romero, integrante del Comité Impulsor del Encuentro, señala que esta vez el tema central será el Fundamentalismo, «al reconocer que la derecha política atenta contra los logros alcanzados en el campo de la sexualidad y la salud reproductiva; que usa un doble lenguaje y no hace nada para detener la violencia y la impunidad».

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