A partir de septiembre en esta entidad, el matrimonio es una relación que «surge del amor y se consolida con el compromiso mutuo cuyos elementos indispensables son el respeto y la tolerancia», así lo marca el nuevo texto matrimonial, que sustituye a la anquilosada Epístola de Melchor Ocampo.
A partir de esta semana en los registros civiles se da lectura a dicho texto durante la ceremonia matrimonial, a diferencia de la que marcaba la «obediencia, sometimiento y la fidelidad que la mujer le debía al esposo», haciendo omisión a los derechos de equidad.
El nuevo texto es resultado de una convocatoria lanzada por diversos grupos feministas veracruzanos y el Gobierno del estado para la modificación del documento que se leía durante los matrimonios civiles desde 1959 y que para muchas mujeres resultaba ofensiva porque no marcaba una igualdad de género en materia jurídica.
De tal forma que Martha Berlín obtuvo el primer lugar con su propuesta, y tras la publicación en la Gaceta Oficial del Estado el pasado 28 de julio desde esta misma semana entró en vigor el nuevo texto matrimonial.
DERECHOS Y OBLIGACIONES ENTRE LA PAREJA
En el nuevo «contrato» matrimonial, los jueces de paz ya no tendrán que hacerle componendas a la antigua Epístola, pues a partir del mutuo acuerdo de unión se establecen derechos y obligaciones entre la pareja.
De acuerdo al nuevo texto unirse «tiene el significado de ser fieles y respetar la individualidad de cada uno, al compartir la vida con lealtad».
Añade que «como la base de la familia y de la sociedad, el matrimonio debe trascender como ejemplo de comprensión, consideración, y corresponsabilidad. Así, ustedes construirán el hogar en el que encuentren compañía y refugio, más aún cuando la adversidad imponga su presencia.
«Colaboren como pareja en la creación de una sociedad en la que el hombre y la mujer convivan en armonía. Sean defensores de los principios de igualdad, equidad y justicia».
Recuerden, agrega, que el ejercicio de los derechos sociales y culturales, económico y patrimoniales representa el principio del respeto y la relación armónica entre los seres húmanos. De ser el caso, sean ustedes madre o padre que guíen a sus hijos con el ejemplo de su amor, transmitiendo valores en forma tierna y respetuosa.
Además, «sean conscientes de que la cooperación en las actividades cotidianas, así como la educación de las hijas y los hijos, es responsabilidad de ambos.
«Al guiar su matrimonio de esta manera habrán conservado su hogar con la satisfacción de tener a su lado al amor de su vida. La sociedad veracruzana sabrán que han cumplido el más noble de los compromisos: hacer de la vida en común una alianza insoluble que la preserva», concluye.
06/LM/LR/CV