En ese contexto, agrega, todos los Estados Miembros de la Organización de Estados Americanos, son convocados a considerar, firmar, ratificar o adherirse a la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional y su Protocolo, para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas en todos los países de la región, a través de acciones a ser complementadas a nivel internacional.
Y debido a que la trata de personas, como delito, tiene una conexión con redes internacionales que reclutan, transportan y explotan e incluso secuestran a mujeres, adolescentes, niñas y niños, organizaciones internacionales como la OEA y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), «están llamadas a canalizar la cooperación, creando mecanismos que permitan colaborar y compartir información entre los Estados», subraya el comunicado.
Asimismo, estos organismos deben «desarrollar acciones como la instrumentación de estrategias colectivas, para combatir conjuntamente las nuevas formas de delincuencia transnacional, incluyendo la trata de de personas, de conformidad con el ordenamiento jurídico interno e instrumentos internacionales vigentes en cada Estado», concluye.
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