Para el guatemalteco Augusto Willemsen Díaz, asesor de la Iniciativa Indígena por la Paz en Chiapas, el conflicto en ese estado no se resolverá mientras no haya voluntad política de los gobiernos federal y estatal.
En entrevista con cimacnoticias, al término de su participación durante el debate general de la segunda plenaria de la Primera Cumbre de Mujeres Indígenas de las Américas, dijo que Chiapas enfrenta los mismos problemas que antes del estallido guerrillero.
Reconoció que muchas organizaciones creyeron ingenuamente que el problema en Chiapas se había resuelto con la firma de los acuerdos de San Andrés Larráinzar, en 1996, «pero no es así. Aún no se resuelve y sigue con los problemas de siempre», insistió.
Willemsen Díaz sostuvo que los pueblos indígenas de toda América han sabido defender ciertos aspectos de su integridad, y están en pie de lucha para que se les reconozca la dignidad, como base para el respeto mutuo, la armonía y la paz.
«Sin respeto mutuo no hay paz, y aquí estamos en Oaxaca, de donde era (Benito) Juárez que dijo que el respeto al derecho ajeno es la paz, eso es lo que hay que repetirle a la gente que atropella a los indígenas. No va a haber paz mientras los sigan atropellando», advirtió.
Inmerso en la lucha por el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, Willemsen refirió que desde 1955 ha alzado su voz para que se escuche a los verdaderos indígenas y no aquellos que sienten que los conocen «porque anoche cenaron con ellos».
Expuso que pese a que en la actualidad todavía persiste la mentalidad de hace 500 años, de que las y los indígenas no son personas, hoy se ha logrado que exista el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que establece compromisos de los gobiernos hacia las los pueblos indios.
También, dijo, se logró que en las Naciones Unidas haya un grupo de trabajo constituido por cinco expertos independientes, en la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y Protección de Minorías, hoy Subcomisión de Derechos Humanos.
Aseguró que a esa Subcomisión llegan más de mil delegados al año, situación que es superada por muy pocos organismos de Naciones Unidas, «entonces, hemos logrado que el tema indígena sea atendido, por lo menos escuchado; que hagan algo, eso ya es otra cosa».
«Pero hemos dado una posibilidad, una plataforma para que los indígenas puedan ir a Naciones Unidas a esperar su reivindicación y sus aspiraciones», puntualizó.
Respecto a la Primera Cumbre de Mujeres Indígenas de las Américas, consideró correcta la necesidad de enfocar los problemas de las mujeres indígenas, porque tienen problemas que sólo afectan a ellas.
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