Después de la firma de la paz, la sociedad guatemalteca reconoció la vulnerabilidad del sector femenino indígena y la doble discriminación que éstas sufren, por ser mujeres y mayas, además de la situación de pobreza y explotación de la que son víctimas, indicó Ovidia Román de Paz.
En el marco del proceso de transición de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Guatemala (Minugua), se realizó un análisis con los representantes de las instituciones estatales y de la sociedad civil, en donde se concluyó que después de la firma de la paz en el país, las mujeres ya conocen sus derechos y los comparten con sus comunidades, dijo Román.
La coordinadora de la Defensoría de las Verapaces, recordó que uno de los logros de los Acuerdos de Paz, fue la apertura de espacios de participación, incidencia y representatividad en la toma de decisiones por parte de las mujeres, que al conocer sus derechos luchan por la reivindicación de los mismos en todos los niveles de la sociedad.
«La exclusión total de las mujeres está quedando atrás, puesto que ahora hay un mayor reconocimiento a su trabajo y esfuerzo por la erradicación de la violencia y discriminación en su contra», opinó.
En el departamento de Baja Verapaz se fundó la Defensoría de la Mujer Indígena, en donde se les brinda asistencia legal y psicológica a las mujeres y se creó la Oficina de Asistencia a la Víctima en la comisaría 52 de la Policía Nacional Civil (PNC).
Finalmente, dijo a Cerigua que gracias a la firma de los Acuerdos de Paz y al trabajo de la Minugua en el país, las liderezas ya conocen sus derechos y los comparten en sus comunidades, lo que es un avance sustancial que pone de manifiesto que la participación de las mujeres, esta siendo visibilizada.
2004/GV/SM
