El régimen de Francisco Franco en España se apropió también de niñas y niños al estilo de las juntas militares argentinas, recordaron hoy integrantes de la sociedad civil internacional al celebrarse los 25 años de las Abuelas de la Plaza de Mayo, quienes se unieron para buscar a las y los menores robados por un estado terrorista.
Entre los niños perdidos del franquismo, al igual que en Argentina también se aplicó sobre los hijos de los vencidos la teoría de «separar el grano de la paja», recuerda la lista electrónica Sur-Sur en torno al nuevo trabajo de la TV de Cataluña sobre el tema.
Muchos niños y niñas fueron entregados en adopciones clandestinas -fueron robados o secuestrados sin miramientos, sobre todo en las zonas rurales- o se les privó de su identidad a golpe de registro civil y decreto.
Otros murieron de inanición o epidemias en las cárceles de sus madres -separados de ellas, o compartiendo su destino-; o fueron convertidos en enemigos de sus padres -considerados oficialmente como «dementes». Y algunos más desaparecieron e incluso fueron repatriados del exilio para esa desaparición forzosa.
Su memoria sale a la luz gracias al documental «Els nens perduts del franquismo» («Los niños perdidos del franquismo»), realizado tras un minucioso trabajo de investigación -del que se edita en estos días también un libro- por Montse Armengol y Ricard Bellis, periodistas de TV en Cataluña.
Con la asesoría del historiador Ricard Vinyes, recogen el testimonio de unas criaturas desprovistas de todo derecho, etiquetadas de «enemigos» por ser hijos de republicanos.
Se requirieron los mismos 25 años que llevan las Abuelas luchando en Argentina- de otra Constitución y otra democracia para que se haya prestado voz a las víctimas, al primer reclamo contra la impunidad de los crímenes cometidos sobre los más inocentes de los «vencidos».
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