Guatemala es el cuarto proveedor mundial de adopciones internacionales en proporción a su población y esta actividad constituye un negocio perverso que implica redes involucradas, la captación de infantes para la exportación, los países receptores y mecanismos de funcionamiento, indicó la periodista Ileana Alamilla.
En su columna «Eclipse», titulada «Negocio perverso», publicada por Prensa Libre, Alamilla señaló que la tergiversación de la institución de la adopción, regulada en el Código Civil, es motivo de preocupación mundial, al grado de que una representación de la conferencia de La Haya sobre derecho internacional privado llegó al país para estudiar el caso y emitir recomendaciones.
Investigaciones periodísticas revelan que casi cada dos horas y media un menor es dado en adopción, recordó la columnista, al señalar que el negocio creció tanto como la demanda de niñas y niños, mientras que las empresas en competencia se vieron obligadas a acudir a la publicidad por Internet, hay páginas Web donde sin ningún pudor se ofrecen seres humanos como simples mercancías.
Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña han sido los destinos principales de las y los menores de edad adoptados. Y en el 2005 las y los niños se encontraban en el segundo lugar de los tres productos no tradicionales de mayor exportación, después de los químicos, mientras que les seguían la comercialización de las flores y de las plantas, agregó la periodista.
Desde hace dos años las Naciones Unidas solicitaron al Estado guatemalteco que realice las diligencias correspondientes a las adopciones, las cuales actualmente, en el 99 por ciento, son notariales, destacó la columnista, al señalar que en mayo recién pasado, el Congreso de la República aprobó la adhesión del país al Convenio de La Haya, que regula y norma esta institución entre países signatarios.
La vigencia de ese convenio inicia el próximo 31 de diciembre, cuando Guatemala deberá contar con una ley de adopciones coherente con el instrumento jurídico signado, dijo Alamilla, quien concluyó que el Organismo Legislativo debe promulgar esta normativa, para reivindicar la institución de la adopción y desbaratar la cadena siniestra de profesionales y funcionarios, quienes esconden en la apariencia de legalidad, negocios espurios.
CONVENIO DE LA HAYA
El Convenio de La Haya, que entrará en vigencia el 1 de enero del 2008, sólo es un marco general, ya que es necesario promover normas específicas para cumplir con los requisitos que este tratado exige, indicó Ignacio Goicoechea, oficial de enlace para América Latina de la Conferencia de la Haya, de acuerdo con una publicación de Prensa Libre.
Explicó que a partir del 2008 los consulados de Estados Unidos no darán visas de adopción a niñas y niños que no hayan cumplido con los trámites fijados en la normativa internacional.
Según el representante de la institución internacional, es urgente regular el funcionamiento del sistema de protección al menor, ya que el sistema de adopciones en el país necesita cambios y la única forma de lograr que estos procesos se realicen legalmente es a través del Convenio.
La delegación de La Haya que visitó Guatemala presentó el pasado mes de julio un informe con recomendaciones, que fue entregado a los representantes del Congreso de la República y ofreció apoyo y asistencia permanente al Legislativo.
Por su parte, Jennifer Degeling, oficial legal de la Conferencia, indicó que el país enfrentará muchos retos para cumplir en un 100 por ciento los requisitos de la normativa internacional.
Rubén Darío Morales, presidente del Congreso, aseguró durante la entrega del documento que impulsarán los consensos y negociaciones necesarias para que se apruebe la Ley de Adopciones, antes de que finalice el segundo período ordinario de sesiones.
Finalmente, Morales dijo que cuentan con el apoyo del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que les brindarán apoyo para avanzar y cumplir con los requisitos del Convenio de La Haya, que son en beneficio de las y los menores de edad.
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