Un significativo número de comunidades en Concepción Las Minas se caracterizan por estar pobladas solamente de mujeres jóvenes y solteras, debido a la migración de sus parejas a Estados Unidos, situación que ha contribuido a incrementar los niveles de violencia en su contra.
Delfina Pú, coordinadora del programa Mujeres y Adolescentes en Riesgo Social (MARS) de la Asociación de Servicios y Desarrollo Socioeconómico de Chiquimula (Asedechi), dijo a Cerigua que un diagnóstico elaborado por la entidad que representa reveló la prevalencia de madres solteras en la mayoría de comunidades en Concepción Las Minas.
Las mujeres viven solas o con sus hijas e hijos porque sus parejas decidieron migrar a Estados Unidos en búsqueda de mejores oportunidades de desarrollo, sin embargo, pocas reciben este tipo de ayuda, otras fueron abandonadas y otras están bajo la «vigilancia» de sus suegras, aseguró Pú.
Muchos de los esposos o convivientes dejaron «encargadas» a sus parejas con los parientes, quienes administran la remesas; esa tendencia impide el desarrollo integral de sus hijas e hijos y de ellas mismas, ya que dependen económicamente de otras personas, enfatizó la representanta.
Los varones que encontraron otra compañera sentimental en Estados Unidos se han olvidado de enviar la respectiva ayuda, mientras otros continúan, pero es destinada solamente a cubrir los gastos de las hijas e hijos, añadió Pú.
La economía de las comunidades es dependiente del trabajo de los varones migrantes, sin embargo, a través del proyecto MARS se sensibiliza a las pobladoras sobre la capacidad que poseen de aportar al desarrollo económico sin dejar el país, al instalar negocios propios o dedicarse al comercio, señaló la entrevistada.
La migración ha dado paso a diversas formas de violencia en contra de las mujeres, especialmente en el ámbito económico; ahora son controladas por las familias de los esposos, no pueden optar a fuentes de trabajo por ser solteras y con hijas o hijos, no tienen acceso a los créditos y no disponen de sus propios ahorros para suplir las necesidades, indicó la profesional.
Es indispensable que el Estado tome conciencia de la situación y que facilite la creación de políticas locales que brinden oportunidades de desarrollo y participación para las mujeres. MARS constituye uno de esos programas, pero el reto de cobertura es mayor, concluyó Pú.
MUJERES DE QUETZALTENANGO
Por otra parte, cientos de mujeres de Colomba Costa Cuca, Quetzaltenango, luchan incansablemente contra la pobreza, la discriminación, la falta de acceso a la salud y la educación, coincidieron varias liderezas durante un foro celebrado en ese municipio.
Clemencia del Carmen Bámaca, del Foro de la Mujer de este departamento, indicó que los esfuerzos por superar las problemáticas son cotidianos, con el fin de contrarrestar la desigualdad que impera no sólo en la localidad sino en todo el país.
Por su parte, Alicia Iracema Agustín, de la Asociación de Mujeres del Área Rural de Colomba, dijo que los estereotipos contra las mujeres siguen vigentes, especialmente en las comunidades, donde no se vislumbra el trabajo de las autoridades para llevar desarrollo.
Hace cuatro años hubo necesidad de organizarse, para contribuir en las luchas por combatir la pobreza, por lo que se implementó un proyecto de elaboración de embutidos, que ha permitido mejorar en lo mínimo la calidad de vida, señaló Emilsa Villagrán, de la Asociación Civil de Mujeres Colombinas.
En tanto, Manuela Menchú, ex combatiente guerrillera, dijo que se siente orgullosa de pertenecer a la población femenina, a pesar de los estereotipos y la discriminación que sufrió durante su infancia; con esfuerzos y sacrificios ha logrado sacar adelante a sus hijos, mencionó.
El foro fue celebrado en el marco del Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo pasado, el que fue transmitido por los programas radiales Punto Libre y Elijamos Nuestro Futuro, el último producido por Cerigua y difundido en la emisora La Voz de Colomba.
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