La Encuesta sobre Remesas, elaborada por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), reveló que el 67 por ciento de las remesas familiares mensuales son recibidas por mujeres, quienes las destinan para consumo, vivienda, salud y educación.
De acuerdo con la información de Prensa Libre, las mujeres administran mejor los recursos, pero tienen mayores dificultades en el acceso a créditos y no pueden comercializar sus propios productos ni acceder a capacitación.
A decir de Víctor Lozano, coordinador de la Encuesta, el informe subraya que del total de remesas que se recibirán en el 2007, estimadas en tres mil 898 millones de dólares, más de 2 mil 612.55 millones lo captarán las mujeres.
Según el estudio, la mayoría de fondos que reciben las mujeres son utilizados en un 48.1 por ciento para el consumo, lo cual incluye alimentación, vestuario, calzado, transporte y servicio de comunicación, así como el equipamiento del hogar.
Para la compra de bienes inmuebles, construcción de viviendas, maquinaria, animales y ahorro destinan únicamente el 22.6 por ciento, mientras que en alquiler gastan el 15.5 y el 13.8 por ciento en salud y educación.
Los datos de la OIM enfatizan que 1.2 millones de guatemaltecos que residen en Estados Unidos envían remesas, de ellos el 74.2 por ciento corresponden a hombres y el 25.8 por ciento a mujeres.
Manuel Orozco, director del Programa de Remesas y Desarrollo Rural Inter-American Dialogue, indicó que el 10.1 por ciento de los receptores de remesas usan cuentas bancarias y de ellos el 6.2 por ciento son mujeres, lo que evidencia la falta de apoyo de estas entidades a la población femenina.
Finalmente, Orozco lamentó que a pesar de que las mujeres, principalmente las indígenas, cuentan actualmente con más acceso a cuentas en los bancos, continúan siendo discriminadas en el área de los créditos, ya que son ellas quienes reciben en menor cantidad este beneficio.
RECUPERAR ESPACIOS
La «institucionalidad» de la familia se irá constituyendo en la medida que las mujeres desistan de los espacios ganados hasta el momento, dijo a Cerigua Yolanda Hernández, de la Red por la Salud de las Mujeres Indígenas, al referirse a la promoción de la iniciativa de Ley de Protección Integral del Matrimonio y la Familia.
De acuerdo con el análisis de activistas humanitarios, el proyecto pone en riesgo el estatus legal de niñas y niños concebidos mediante tecnologías para la reproducción, además excluye a los padres y madres solteras de garantías individuales.
En ese contexto, Hernández señaló que el movimiento de mujeres debe permanecer unido a favor de la reivindicación de los derechos del sector y promover espacios de discusión sobre la temática.
Desde hace varios años, el presupuesto de la nación asignado a los temas de género se ha escaseado significativamente, factor que atenta contra la institucionalidad de la mujer, añadió la entrevistada.
Hoy más que nunca, las organizaciones que velan por la vigencia de los derechos de las ciudadanas deben denunciar las prácticas desiguales por parte del Estado y proponer soluciones viables, concluyó la entrevistada.
Si se aprobara el citado proyecto de ley, aproximadamente el 40 por ciento de las familias guatemaltecas lideradas por padres y madres solteras ya no serían consideradas como tales y sus hijos podrían perder acceso a los servicios básicos.
07/GG
