En nuestro país, la política poblacional definida en el país hace 30 años así como la fortaleza de las organizaciones de la sociedad civil y la implementación de programas y servicios de planificación familiar, ha permitido resistir los embates de grupos conservadores contrarios a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, aseguró Ana Langer, pionera en salud reproductiva en América Latina.
La consultora y asesora en instituciones nacionales e internacionales, dijo que a 10 años de la creación del Programa de Acción de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD/El Cairo, 1994), basado en un nuevo paradigma integral y progresista, enfrenta grandes desafíos para lograr una mejor salud sexual y reproductiva.
En su análisis, «Salud sexual y reproductiva: Dónde estamos a casi una década después del Cairo», señaló que la plataforma de acción de la CIPD, plantea que son obstáculos para el progreso de la mujer la pobreza, escasas oportunidades para la educación, la violencia, la coerción, el limitado acceso a los recursos económicos y en general a la toma de decisiones.
Sin embargo, Langer reveló que en México como en el resto de las naciones de la región, las posturas conservadoras no han abandonado en su intento para dar marcha atrás a los logros alcanzados en materia reproductiva.
La también pediatria y perinatóloga, estableció que la política de género no constituye una variable transversal fundamental en las acciones del gobierno.
Señaló que en México, el derecho al aborto legal es coartado cotidianamente, como ocurrió con los casos de Paulina y Lucila, menores a quienes se les negó esta posibilidad, mientras que en las legislaturas estatales como son los casos de Nuevo León y Guanajuato, son constantes los intentos por modificar sus códigos penales para hacerlos aún más restrictivos en cuanto a las causales legales para el aborto legal.
En la mayoría de los países de América Latina, incluido México, están dirigidos actualmente por partidos conservadores. En algunos países de América Central o Argentina, por ejemplo, esa situación es la que prevalece desde hace décadas.
Pero en otras naciones como Perú, políticas y programas progresistas han sido eliminados o nulificados recientemente, al dejar la administración actual toda la agenda social (salud incluida) en manos de los sectores extremos del catolicismo, con las consecuencias previsibles.
Sólo la movilización de organizaciones de la sociedad civil, y la denuncia y difusión de información sobre la opinión de la población, han impedido retrocesos en la materia de derechos sexuales y reproductivos, como se ha observado en México en la administración de Vicente Fox, observó.
Respecto a los programas gubernamentales de atención a la salud sexual y reproductiva para adolescentes, Langer puntualizó que en nuestro país, son incipientes y reciben menos atención y recursos que antes.
La disponibilidad de anticonceptivos ha tenido que declararse asunto de seguridad nacional para contrarrestar un desabasto que hubiera echado por tierra los logros de programas sostenidos durante tres décadas, dijo.
Ante estos embates, alertó Langer, la única alternativa disponible es resistir las presiones que intentan hacer retroceder los logros alcanzados. «Los tiempos para avanzar en relación con los acuerdos de El Cairo no están en el horizonte de corto plazo».
2004/RGL/LR/SM
