A un mes de las elecciones primarias en Iowa, la senadora neoyorkina y candidata presidencial, Hillary R. Clinton, encabeza el sondeo del Pew Research Center y Associated Press con 31 por ciento, mientras Barack Obama tiene el 26 por ciento y John Edwards 19 por ciento, aunque en ese lugar nunca una mujer ha ganado elección alguna.
Sin embargo, en el tema de la salud, Hillary tiene ventaja tanto en Iowa como en New Hampshire y Carolina del Sur, dice el sondeo, pues es un tema de gran preocupación para las y los votantes, por el alza en los servicios sanitarios y porque hay 47 millones de ciudadanas y ciudadanos estadounidenses que carecen de seguro médico.
Hillary también es favorita para las mujeres en los tres estados y entre las votantes de más edad.
Ella está en búsqueda del voto para convertirse en la primera mujer presidenta. El voto más dramáticamente amplio desde que un católico fue electo presidente en 1960, refiere la revista Time.
La prestigiada revista, a través de Joe Klein, define a Hillary como moderada pragmática. Sin embargo, sus críticos no pueden decidir si es ella liberal, de centro o conservadora.
Pero el experimentado periodista explica que «durante la campaña va a escucharse hablar de la importancia del balance».
A decir de Hillary, «los políticos a veces se mueven sin balance, nos movemos a la izquierda o a la derecha, pero eventualmente encontramos el camino de regreso al centro porque los americanos somos revolvedores de problemas».
«No somos ideólogos. La mayoría de la gente busca soluciones sensibles y comunes», añade la candidata presidencial.
Se le ve más «brava» (tougher) que su esposo Clinton, advierte Klein. Ella es más como su partido, el demócrata, que quiere retornar al balance pragmático. Y el «clintonismo» será el frente del centro.
El autor de la entrevista, empero, no deja de lado que una encuesta nacional realizada por CNN en octubre y noviembre manifiesta una baja en contra de Hillary de siete puntos. Según dicha encuesta, en octubre alcanzó 51 por ciento y en noviembre 44 por ciento.
Klein, quien la ha seguido por espacio de un año, dice que es difícil no admirarla y subraya su «cualidad de inteligencia». Ella, dejó atrás la sombra de su esposo.
El entrevistador trae a cuentas a quienes se preguntan: ¿La gente realmente quiere a una mujer como presidenta? ¿Quieren que regrese a la ciudad el circo de los Clinton? ¿Quieren a esas dos familias? ¿Quien sabe?
Y añade:
«Hillary es 20 por ciento más lista que los muchachos, pero una mujer tiene que jalar parejo. Y no puedo dejar de pensar qué es lo que Rush Limbaug y Sean Anti (comentaristas de radio conservadores) van a hacer con ella. La gente está enferma de eso. Ellos aman a Obama, él es muy inspirador. Pero al final, los de Iowa elegirán su voto. Odio decir esto, pero mi suposición es que ellos votarán por el muchacho blanco Edwards esta vez, como votaron por el héroe de la guerra la vez pasada».
Es un pensamiento escalofriante. Estoy seguro de que Edward no quiere ganar de ese modo, continúa.
Por otra parte, la elección de candidato o candidata presidencial por el Partido Demócrata no queda ahí. Hillary anticipó que las campañas subirían de temperatura y advirtió: «Si no puedes sostenerte en el calor, deber de salir de la cocina».
Y asegura que en casa está pasando más tiempo en la cocina.
Pero subió más el tono, cuando (según transmitió el Canal 7 de New York) en un restaurante una mujer preguntó al candidato republicano John McCain: How do we beat the bitch? (¿Cómo vamos a vencer a la «bitch»?) Y el contesto: «Excelente pregunta».
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