La secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, primera mujer que tuvo el año pasado la oportunidad de no sólo ser candidata a la presidencia por su Partido Demócrata, sino de ganar el proceso y ser la primer jefa comandanta, rifa hoy una cita con su marido, el ex presidente Bill Clinton: un día con él en la Gran Manzana, cuyo objetivo es salir de deudas de campaña.
Otros dos premios se ofrecen, aunque no tan atractivos como salir con el expresidente. Pero por lo pronto, pagar cuentas es lo que importa. Así que, dice la propaganda, contribuye y si no ganas la cita con Bill Clinton en Nueva York, el otro premio será ir a las finales del American Idol en Los Ángeles, California, o bien un tour por Washington, la ciudad capital de Estados Unidos.
James Carville, asesor de Hillary durante la campaña, anunció en un correo electrónico la semana pasada esos premios. La información se puede obtener en la página web www.hillaryclinton.com.
Pasa un día con el presidente Clinton, señala el email enviado por Carville, que dice: el ganador o ganadora podrá disfrutar de varios eventos interesantes en una estancia con el ex presidente de EU en Nueva York.
Haz una contribución de cinco dólares y podrás disfrutar de una oportunidad que se presenta solo una vez en la vida, indica la misiva electrónica, que a juzgar por los últimos datos disponibles ha rendido buenos resultados.
Según los documentos entregados por el citado comité, esta semana a la Comisión Federal Electoral, los depósitos en el banco alcanzan los 2.6 millones de dólares y las deudas los 2.3 millones de dólares.
Fuentes del comité explicaron a EFE que, de todos modos, la deuda todavía no está saldada del todo porque los 300 mil dólares restantes no cubren los gastos administrativos en los que ha incurrido el comité, cuyo monto no se ha hecho público.
Sea como sea, las fuentes reconocieron que están próximos a cerrar una brecha que llegó a superar los 25 millones de dólares.
El grueso de los 2.3 millones de dólares correspondían a deudas de la campaña con el encuestador y estratega político, Mark Penn.
Hillary Clinton perdió a mediados del año pasado el duro pulso que mantuvo con el ahora mandatario de Estados Unidos, Barack Obama, para hacerse con la candidatura demócrata a la Presidencia.
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