A dos años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, las acciones en favor de la población femenina del Distrito Federal son casi nulas. Es inadvertida la manera como se promueven las demandas femeninas que, durante su campaña, ofreció darles continuidad mediante los programas ya establecidos.
Cinco días antes de su segundo informe, López Obrador deberá dar cuenta de los resultados de esas promesas, a la Red por la Salud de las Mujeres del Distrito Federal, y a organizaciones civiles, sociales y académicas con las que se comprometió a garantizarles recursos públicos para ampliar –con calidad y prontitud– programas y campañas dirigidas a las mujeres capitalinas.
En esos tiempos de campaña política, la base femenina de votantes hizo ver al futuro gobernante que había que continuar con las políticas que Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles habían establecido para acabar con la impunidad en asuntos como la violencia hacia las mujeres o reducir la incidencia de cáncer cérvicouterino en el Distrito Federal.
Cabe recordar que, según datos de la Unidad de Salud Reproductiva del Hospital General, el cáncer de mama y el cérvicouterino ocupan el primer lugar de mortalidad en la ciudad capital del país.
En su toma de posesión, López Obrador afirmó que su gobierno daría continuidad a los programas orientados a proporcionar asistencia social a niñas y niños de la calle, a adultos abandonados, a mujeres maltratadas, a jóvenes con problemas de adicción y a todas aquellas y aquellos que sufren por falta de ayuda familiar.
UN ESTATUS MENOR
A decir de la asambleísta Eugenia Flores Hernández, del Partido del Trabajo (PT), en cuanto López Obrador asume el cargo como jefe del gobierno capitalino, baja de estatus al Instituto de la Mujer (de la Secretaría de Gobierno, de donde dependía en tiempos de Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles), lo traslada a la Secretaría de Desarrollo Social, que dirige Raquel Sosa.
Además, mientras el presupuesto destinado para el 2002 es de 54 millones 979 mil 885 pesos, el ejercido en el 2001 fue de 57 millones; es decir, tres millones 970 mil 115 menos que el año anterior.
Aunque no de manera coordinada, afirma la asambleísta, «Patricia Garduño del PAN, Enoé Uranga de Democracia Social y Dione Anguiano del PRD le solicitamos más presupuesto a la Secretaria de Finanzas de la Asamblea».
Gracias a ello se logró que se aprobaran 69 millones 979 mil 885 pesos; es decir 27.28 por ciento más de lo que el gobierno del Distrito Federal había proyectado para el presente año por.
A pesar de este pequeño logro, los Centros Integrales de Atención a la Mujer (CIAM), dependientes del Inmujer, pidieron la renuncia de 32 trabajadoras del área de Difusión: su contrato se terminó el 31 de diciembre de 2001.
«No entiendo el despido de las compañeras porque el Instituto recibió 15 millones de pesos más de lo que originalmente tenía presupuestado el gobierno capitalino (54 millones 979 mil 885). Habría que saber dónde están», interroga Eugenia Flores.
POR LEY NO POR DECRETO
El 20 de diciembre del 2001, por unanimidad, la ALDF aprobó por ley la creación del Instituto de las Mujeres del Distrito Federal (Inmujeres-DF), creado en tiempos de Cuauhtémoc Cárdenas por decreto.
Esta ley establece que el Inmujeres tiene más atribuciones y responsabilidades debido a que manejaría la política de género, al tiempo que lo impulsaría para fortalecer a los CIAM.
Cabe destacar que la Ley del Inmujeres-DF modificó el nombre de los CIAM por el de Unidades del Instituto de las Mujeres para que funcionarán también en cada delegación; sin embargo, en los hechos, se siguen identificando como CIAM.
Esta nueva denominación tiene por objeto institucionalizar las unidades a fin de que tengan mayor participación en la elaboración y puesta en marcha de las políticas públicas en favor de las mujeres de cada una de las demarcaciones.
Tras la aprobación de la Ley Inmujer-DF, el 20 de diciembre del 2000, ésta fue publicada hasta el 28 de febrero del 2001 en la Gaceta Oficial del Distrito Federal para que entrara en vigencia. De no haber sido por la presión del movimiento organizado de mujeres, el jefe de gobierno capitalino no hubiera ordenado su publicación.
LOS CENTROS INTEGRALES DE APOYO A LA MUJER
Los CIAM son lugares de encuentro, formación, reflexión y participación que tienen la finalidad de promover acciones afirmativas de y para las mujeres, con la intención de impulsar el empoderamiento de las mujeres que habrá de reflejarse en el mejoramiento de sus condiciones de vida individual y colectiva.
La importancia de estos centros radica en que su personal promueve la organización de las mujeres con la finalidad de que identifiquen sus propias necesidades y elaboren sus propuestas. Particularmente se proponen generar mecanismos de información y sensibilización con el objeto de que las mujeres de la capital participen y tengan acceso a las estructuras de representación popular y toma de decisiones.
Con una población de cuatro millones 500 mil mujeres (contra cuatro millones 113 mil 304 hombres), la discriminación por sexo es un obstáculo para que ellas tengan las mismas oportunidades de acceso a la educación, al trabajo y a un salario bien remunerado igual que los varones.
A dos años del gobierno del cambio capitalino, las políticas y recursos destinados a promover la equidad y la justicia de las mujeres no son claras en la gestión de López Obrador.
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