En las zonas indígenas, las mujeres embarazadas llegan a pagar con la vida la privatización de los servicios de salud que lejos están de satisfacer sus necesidades de salud y acentúan su ancestral marginación, concluyeron hoy tres especialistas en el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas.
Gisela Espinosa, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)-Xochimilco; Nellys Palomo, representante de Kinal Antzetik y Daniela Díaz Echeverría de Centro de Análisis e Investigación Fundar reafirmaron el derecho a la salud de las mujeres indígenas durante el Programa Público y Privado del Instituto Mexicano de la Radio (IMER).
«Las parteras atienden medio millón de partos al año. Si se les pagara al costo que cobra hoy la Secretaría de Salud, que varía de estado en estado, como promedio se necesitarían 252 millones de pesos más al año», afirmó Espinosa al rescatar la labor de esa figura respetada en el medio indígena.
Sin embargo, «los más pobres son los que pagan. A las parteras les tienen que pagar las mujeres embarazadas o sus familias, pero los recursos son bajos, no como en el sistema de salud», prosiguió la académica.
Como consecuencia, «en las comunidades la salud y en particular la materna pesa sobre las mujeres ya sea en su calidad de promotoras quienes no reciben pago alguna o en el caso de las parteras quienes solamente reciben capacitación en las instituciones».
En Radio de los Ciudadanos, las especialistas hicieron notar que en las zonas indígenas, las muertes de mujeres relacionadas con el embarazo y parto se pueden hasta quintuplicar respecto de la media nacional por el rezago social de varias generaciones.
La tasa de muerte materna entre las indígenas en México «es comparable con las zonas de África, como la subsahariana», dijo Daniela Díaz, especialista en el análisis del programa Arranque Parejo en la Vida, entre otros.
En el país, la tasa nacional es de 6.3 muertes por cada 10 mil nacidos vivos, mientras que en las comunidades indígenas es de 15 fallecimientos por cada 10 mil nacidos vivos.
Díaz expresó su preocupación ante el programa «estrella» contra la mortalidad materno infantil Arranque Parejo por la Vida, mismo que pasó a formar parte del Sistema de Seguro Popular, -la nueva reforma sanitaria del presidente Fox-, porque la Federación pierde rectoría para velar porque se cumpla el derecho a la salud.
En el proceso de descentralización, los programas quedan en gran medida a la voluntad política de 32 gobiernos en el país y se carece de un proceso de fiscalización ciudadana, abundó Díaz. Y tampoco el Seguro Popular garantiza que no haya discriminación hacia las mujeres indígenas o diferencias hacia quien paga o no paga, como el caso de Arranque Parejo en la Vida.
Público y Privado es la primera producción radiofónica de Cimacnoticias, se transmite todos los lunes en la XEQK, en el 1350 de amplitud modulada, de 9:30 a 10:30 horas, tiempo de la Ciudad de México.
2004/MR/GV/SM
