Texas es el primer estado del país que vacunará obligatoriamente a las niñas en edad escolar de entre 11 y 12 años, contra la transmisión sexual del virus que causa cáncer cervical, informó el gobernador Rick Perry.
De esta forma, todas las niñas que pasen a sexto grado recibirán la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH), a partir del mes de septiembre del presente año.
El número de nuevos casos de cáncer cervical que se detecta en el territorio nacional es cercano a los cien mil y, de estos, tres mil 700 mujeres mueren.
Texas se ubica en el segundo estado con mayores cifras del padecimiento, con mil 169 casos en el 2006, que provocaron la muerte a 391 mujeres.
Campañas y acciones de prevención contra esta enfermedad fueron ya puestas en marcha, con el fin de que la ciudadanía, los padres y menores tomen conciencia de lo que significa la protección mediante la vacunación. A ello se suma la recomendación de realizar el examen de Papanicolau, pues la vacuna es efectiva en un 70 por ciento.
La medida tomada por el gobierno texano fue considerada ayer por el diario New York Times como «de sabios», por lo que debe ser ejemplo para que las demás entidades del país la apliquen.
La vacunación consiste en la aplicación de tres inyecciones durante ocho meses, y debe de ser aplicada antes de que las menores sostengan relaciones sexuales. Las reacciones a la vacuna son un poco de dolor y tensión en la zona en que se aplica la inyección.
Sin embargo, muchos padres están consternados porque es una vacuna en contra de la transmisión de enfermedades sexuales y consideran que sus hijas son aún muy pequeñas para protegerlas contra el VPH.
Pero médicamente es necesaria su aplicación, ya que la vacuna no tendrá efectos después de que una mujer esté infectada. Lo mejor es que las niñas sean vacunadas antes de ser activas sexualmente.
Así lo indica el Comité de Expertos de Vacunación, que precisa la necesidad de que se vacune de manera rutinaria a las niñas de entre 11 y 12 años de edad.
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