La población irlandesa votó contra una iniciativa que habría eliminado, en caso de haberse aprobado, la amenaza de suicidio como una de las pocas excepciones a la penalización del aborto en este país europeo.
Esta excepción se remonta al polémico caso «X» en 1992, por una decisión de la Suprema Corte en el caso de una niña de 14 años violada por un amigo de la familia, a la que tras amenazar con suicidarse, le fue permitido efectuarse un aborto en Inglaterra.
Las preguntas del referéndum generaron confusión entre los electores y los medios, ya que responder «sí» implicaba fortalecer la penalización del aborto, mientras que votar «no» haría que las cosas siguieran igual.
Los grupos provida de ese país, aunque mayoritariamente apoyaban el «sí», estuvieron divididos. Algunos de las organizaciones más conservadores se opusieron a la propuesta, sobre todo porque consideraba que las leyes de aborto se aplicarían a los embriones implantados en la matriz, y no desde la concepción.
Irlanda es el país con leyes más estrictas de la Unión Europea. Bajo una ley que data del año 1861, el aborto es ilegal excepto en casos severos de riesgo para la vida de la madre. Esta es la quinta vez en 20 años en que los irlandeses votan sobre leyes referidas al aborto.
Alrededor de siete mil mujeres irlandesas viajan anualmente a Gran Bretaña para efectuarse abortos, ya que en este país sí está permitido por causales socioeconómicas. En Europa 70 mil mujeres mueren cada año por interrupciones de embarazos clandestinos, y alrededor de 20 millones de abortos son inseguros, de acuerdo con cifras proporcionadas por la agencia Reuters.
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