La crisis económica internacional puede significar mayores oportunidades para fraguar liderazgos de mujeres pues, ante un escenario de desastre económico, político o natural, ellas salen al terreno público, se organizan y en el camino se vuelven lideresas capaces de transformar su realidad, señaló Adriana Ortiz Ortega, doctora en Ciencias Políticas por la Universidad de Yale.
Durante la presentación de su libro «Poder, mujeres y liderazgos: una guía incluyente en un contexto global», señaló que en tiempos de recesión económica las mujeres que están en el ámbito privado comienzan a darse cuenta que pueden reapropiarse del espacio público; entonces, podría decirse que las crisis son también oportunidades para colocar el tema del poder y liderazgo de las mujeres, mencionó Ortiz Ortega.
Muchas mujeres salen y se organizan desde la precariedad, en el camino se van volviendo lideresas y logran tener un papel históricamente relevante, destacó. Ejemplo de ello, son las madres de la plaza de mayo, quienes salen a la calle porque les asesinan o desaparecen a sus hijos, o la organización sindical que a partir del desastre concretaron las costureras sobrevivientes del terremoto del 19 de septiembre de 1985 en la Ciudad de México.
La investigadora reconoció que ésta no es la única forma de organizarse, pero sí es la manera de «sacudir conciencias», pues las mujeres son «las transformadoras más dinámicas de conciencia, porque ellas han tenido que transformar sus roles más aceleradamente».
Sin embargo, «hace falta un liderazgo que capitalice esta crisis para volverlo liderazgo político», reconoció la politóloga al hacer uso de la palabra en la Casa del Poeta, donde se presentó la investigación que realizara, financiada por el Instituto Estatal de las Mujeres de Nuevo León.
De acuerdo con ésta, el incremento de la visibilidad del liderazgo político de las mujeres en el mundo se da conforme aumentan la democratización de las naciones, lo que permitió que entre 2004 y 2008, 10 por ciento de quienes presiden jefaturas de Estado en el mundo sean mujeres.
Para forjar liderazgos en el ámbito de político es necesario hacer escuelas formales e informales que les den herramientas a las mujeres para enfrentar la falta de voluntad política de los gobernantes y la estructura masculina que obstaculizan su acceso al poder.
Además, se requiere de la capacidad de ir creando una «conciencia pública» para mostrar que la inequidad de género es un problema social y no de las mujeres, tarea que demanda alianzas con distintos sectores de la sociedad y el respeto de diferentes puntos de vista para «tejer de otra manera», concluyó.
Por su parte, Arturo Alvarado, profesor e investigador de El Colegio de México, subrayó la importancia de la transversalidad, que es la integración de la perspectiva de género desde el diseño hasta la ejecución de políticas y programas de la administración pública, un factor decisivo para lograr una mayor incidencia de las mujeres en los liderazgos políticos.
Al respecto, Ortiz Ortega señaló que la LXI Legislatura jugará un papel «crítico» para mantener los temas de mujeres que el movimiento feminista ha logrado colocar, temas que no están resueltos y que deben impulsarse por las distintas fuerzas políticas.
No se espera, mencionó, que las mujeres lideresas de este ámbito defiendan la agenda de las mujeres pues, al llegar al poder suelen adoptar las reglas con que se rigen estos ámbitos.
En su texto, la autora responde, a través de un análisis teórico-metodológico, las siguientes interrogantes; qué se ha escrito sobre el poder y los liderazgos de las mujeres, qué saben las mujeres sobre ellos y finalmente de qué tipo son, indicó Norma Blázquez, directora del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México, al intervenir en el evento.
El libro menciona los liderazgos colectivos e individuales que las mujeres han construido, la forma cómo las mujeres miran y ejercen el liderazgo y el poder, y el impacto que esto tiene sobre su vida.
En «El poder, mujeres y liderazgos: una guía incluyente en un contexto global», Adriana Ortiz refiere la necesidad de que los liderazgos de las mujeres se renueven, pues de lo contrario los logros alcanzados podrían revertirse en los próximos 20 años.
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