Las niñas constituyen la población mayormente afectada por el abuso sexual infantil, debido principalmente a la combinación de las extremas desigualdades económicas y sociales en la cultura machista que caracteriza a América Latina.
Así lo refirió la doctora Luciana Ramos Lira, de la dirección de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente, en su participación en el seminario Violencia Familiar y Violencia de género; intercambio de experiencias internacionales que se llevó a cabo los días 21, 22 y 23 de este mes en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
De acuerdo con la doctora Ramos Lira, el abuso es cualquier acto sexual que ocurre entre un adulto o un adolescente de mayor edad y un niño, y cualquier contacto sexual no consensual entre un niño y un par.
Al respecto, subraya que las mujeres presentan prevalencias de abuso infantil entre 1.5 y 3 veces más altas que las de los hombres.
Y señaló que América Latina, con una población de más de 190 millones de niños, representa una de las regiones más desiguales del mundo y que tiene los índices más altos de violencia, afectando principalmente a las mujeres e infantes.
Ramos Lira explicó que los agresores casi siempre son varones y que el maltrato infantil es el menos denunciado, ya que en 8 de cada 10 casos son los padres, esposos o parientes los responsables.
La Doctora menciona, además, que los principales problemas relacionados con el abuso sexual infantil son depresión, intentos de suicidio, problemas de conducta, consumo de sustancias y la posible repetición de la conducta sexual violenta, entre otros.
Sin embargo, a decir de Ramos Lira, uno de los más importantes es el Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT) que se caracteriza por tener una serie de experiencias traumáticas que se relacionan con una serie de síntomas.
Estos síntomas pueden ser la manifestación constante de la experiencia a través de imágenes, recuerdos y pesadillas, además de la dificultad de expresar afecto, sentimientos asociados al trauma, problemas de concentración, e hipervigilacia, entre otros, señala.
Asimismo explica que entre 27 y 100 por ciento de menores con estas experiencias desarrollan el TEPT.
Al finalizar su intervención, la doctora Ramos Lira dijo que existe una necesidad imperiosa de realizar estrategias preventivas en torno del abuso sexual infantil no solamente en niñas y niños, sino en la población joven y adulta.
Y destacó que la tolerancia hacia la violencia contra las y los niños favorece en muchos casos la impunidad de los agresores y la falta de compromiso político real para poner fin a estas graves violaciones de derechos humanos.
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