Inicio Lento avance en Chile para la igualdad de la mujer

Lento avance en Chile para la igualdad de la mujer

Por la Redacción

Sepultada por conflictos contingentes y enfrentada a una fuerte resistencia del mundo político, la presidenta Michelle Bachelet parece hacer un paréntesis en su cruzada en favor de la igualdad de géneros.

La mandataria incluyó una propuesta para incentivar la elección de mujeres dentro de la reforma al sistema electoral binominal, pero dejó pendiente una ley de cuotas para los partidos políticos, una pieza clave en su esfuerzo por cambiar la correlación de fuerzas.

Un estudio reciente de la Corporación Humanas, publicado en un trabajo especial de Prensa Latina, demuestra que es precisamente el Legislativo -donde se esperan tramitar leyes que incentiven la participación femenina en cargos de elección popular- el poder del Estado donde se marca la menor presencia femenina.

Las mujeres ocupan hoy el 34 por ciento de los cargos en el Ejecutivo, el 20.8 por ciento en el Poder Judicial y sólo un 12.7 de los escaños en el Parlamento, según la investigación de la organización no gubernamental.

De ahí la necesidad de plantear ideas que den rienda a la carrera política de las mujeres, en particular al interior de los partidos políticos que presentan candidatos y candidatas a los cargos de elección.

La decisión de no incluir ahora la ley de cuotas en la reforma al sistema electoral -tal vez el más importante y emblemático proyecto de su gobierno- parece responder a una estrategia de más largo plazo, dado el fuerte rechazo que enfrenta la medida en todos los partidos políticos, incluyendo los cuatro que integran la coalición gobernante.

Sin embargo, como una señal de que no ha renunciado a la lucha por la igualdad de géneros, la mandataria puso la primera piedra de la estructura que se requiere levantar para lograr paridad también en el Congreso.

Propuso incorporar a la Constitución la posibilidad de introducir incentivos a la participación femenina, como el pago de una cifra mayor por parte del fisco para financiamiento de campañas a los partidos que más candidatos mujeres presenten a cargos electivos.

Aunque formó parte destacada en su campaña por la presidencia, el tema cobró una notable fuerza con la elección del primer gabinete paritario en la historia del país, así como en la elección de subsecretarios, intendentes, gobernadores y otros puestos claves de gobierno.

A menos de 72 horas de instalarse en La Moneda, con motivo del Día Internacional de la Mujer, Bachelet lanzó por primera vez la idea de presentar una ley de paridad a nivel de partidos políticos y aseguró que haría de Chile «un país de paridad total».

CONFLICTOS FRENAN IMPULSO

No obstante, los primeros conflictos no previstos -acumulados en su mayoría en gobiernos anteriores- obligaron a la primera mujer presidenta de Chile a reformular su agenda.

A tres meses de asumir el gobierno, la mandataria volvió sobre el asunto al defender la paridad en el poder durante un seminario titulado «Mujeres al timón», sostuvo que es fundamental promover el ingreso de representantes del llamado sexo débil al mundo público.

Destacó la escasa representación femenina en el Congreso, donde aumenta apenas un 2.0 por ciento. A ese paso -dijo- necesitaríamos 40 ó 50 años para lograr estándares mínimos de un 40 por ciento de representación política de las mujeres en el poder legislativo.

Luego volvió sobre el asunto a propósito de un fuerte debate generado en torno a la propuesta de una comisión asesora, designada por ella para estudiar reformas al sistema previsional, que aumentaría a 65 años la edad de las mujeres para jubilarse.

Tras un largo silencio inicial que hizo dudar a algunos de sus intenciones, la mandataria fue categórica al reafirmar -al recibir el jueves las recomendaciones finales- que no tomaría decisión alguna que «precarice o dificulte la situación de las mujeres que tienen que trabajar, y además en su casa como esposa y como madre».

La primera Presidenta de Chile, acompañada por un gabinete ministerial completamente paritario (10 hombres y 10 mujeres), es una señal de cambio. Asimismo, hay seis intendentas, 75 secretarias regionales ministeriales y 17 gobernadoras.

En contraste, hay sólo dos senadoras en ejercicio y tal número permanece estable prácticamente desde 1951. Sólo para el período 1990-1993 y 1994-1997, hubo tres representantes en la Cámara Alta.

El proyecto de reforma presentado por Bachelet se fundamenta en que los incentivos a la elección femenina son necesarios, apuntando que en los cargos de alcaldes y concejales la cifra de mujeres es igualmente escasa.

El estudio de Corporación Humanas apunta que las jefaturas de Servicio marcan mayores resistencias al poder femenino. «Se observa un incremento paulatino, pero lento, no alcanzando un tercio», indica.

En las jefaturas de división de los ministerios políticos, también hay baja participación femenina. Sin embargo, en el caso de las gobernaciones se encuentran mayores resistencias, pues «al desagregar los datos por regiones, no hay una intencionalidad política para instaurar la paridad de manera transversal».

En cuanto a los cargos de embajadas y directorios de empresas públicas, la investigación de Corporación Humanas sentencia que aún «son ámbitos tradicionalmente masculinos donde la participación de mujeres se torna más difícil».

06/LR

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