La tasa de mortalidad materna, entendida como el número de muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos, está descendiendo de manera tan lenta que peligra la consecución del quinto Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM), que pretende mejorar la salud materna y evitar la muerte de las mujeres durante el embarazo, parto y postparto.
De acuerdo con el Centro de Noticias de la ONU, se había fijado la meta de un descenso anual del 5.5 por ciento en las tasas de mortalidad materna durante el periodo 1990-2015 para poder lograr el objetivo número cinco.
Sin embargo, los nuevos datos, dados a conocer hoy por el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), Unicef y el Banco Mundial (BM), demuestran que tan sólo se ha producido un descenso anual de menos del uno por ciento en el índice global de mortalidad materna.
En América Latina y el Caribe, la tasa de mortalidad materna se redujo un dos por ciento anual. En 2005, 536 mil mujeres fallecieron por causas maternas, mientras que en 1990 esta cifra fue de 576 mil.
Si bien ha habido avances en los países de renta media, el descenso anual entre 1990 y 2005 en los países menos desarrollados del África Subsahariana fue de tan solo 0.1 por ciento.
Con 15 mil muertes maternas en 2005, América Latina y el Caribe se situó lejos de las 270 mil muertes del África Subsahariana o las 188 mil del Sur de Asia.
Sin embargo, algunos países, como por ejemplo Haití, tuvieron unas tasas de mortalidad similares a las de África subsahariana.
Si tomamos en cuenta los datos en el conjunto de la región, dice la ONU, en América Latina y el Caribe, la tasa de mortalidad materna pasó de 180 a 130 entre 1990 y 2005. En 1990, hubo 21 mil decesos por esta causa, siendo 15 mil las mujeres que murieron en 2005 durante el embarazo, parto o postparto.
MAYOR MORTALIDAD MATERNA
El país con la tasa de mortalidad materna más elevada fue Haití (670), seguido de Guyana (470), Guatemala (290), Honduras (280), Perú (240) y Ecuador (210).
Por el contrario, los países con una tasa de mortalidad más baja fueron Bahamas y Barbados (16), seguidos de Puerto Rico (18) y Uruguay (20).
La probabilidad de que una madre de 15 años muera a causa de una complicación durante el embarazo, el parto o el postparto fue de 1 de cada 290 en la región de América Latina y el Caribe. Haití fue el país con una tasa de riesgo vital más alto con 1 por cada 44, seguido de Guatemala con 1 por cada 71, Bolivia con 1 por cada 89, Guyana con 1 por cada 90 y Honduras con 1 por cada 93.
Entre los países con menos riesgo se encontraron Barbados con 1 por cada 4 mil 400, Puerto Rico con 1 por cada 2 mil 900 y Bahamas con 1 por cada 2 mil 700.
En el resto del mundo, India tuvo el número más alto de muertes maternas con 117 mil , seguido de Nigeria (59 mil), la República Democrática del Congo (32 mil), Afganistán (26 mil), Etiopía (22 mil), Bangladesh (21 mil), Indonesia (19 mil), Pakistán (15 mil), Níger (14 mil), Tanzania (13 mil) y Angola (11 mil). Estos once países englobaron dos tercios de las muertes maternas en 2005.
AFRICA, MAYOR PROBABILIDAD
La probabilidad más alta de que una mujer muera a causa de una complicación durante el embarazo, parto o postparto se dio en África, 1 de cada 26.
En las regiones más desarrolladas, la probabilidad fue de 1 por cada 7 mil 300. De los 171 países y territorios en los que se ha llevado a cabo el estudio, Níger tuvo la tasa de muerte más elevada durante el ciclo vital con 1 de cada 7.
El contrapunto a esta cifra lo puso Irlanda, con una proporción de 1 por cada 48 mil. La mayor brecha entre los países ricos y pobres en cuanto a indicadores de salud se observa en los datos sobre mortalidad materna.
La tasa de mortalidad materna en 2005 fue de 450 muertes por cada 100 mil nacidos vivos en los países en desarrollo, mientras que en los países desarrollados esta tasa fue de 9 muertes por cada 100 mil nacidos vivos.
LO NECESARIO
El mencionado punto número cinco de los ODM, es decir, reducir la mortalidad materna global en un 75 por ciento hasta 2015, exige para su consecución un aumento de las inversiones destinadas a mejorar los cuidados médicos para las mujeres y a lograr el acceso universal a los servicios de salud reproductiva.
Esto incluye el acceso voluntario a la planificación familiar, la prevención de embarazos no planificados y abortos inseguros, así como la provisión de cuidados médicos de calidad durante el embarazo, incluyendo servicios obstétricos de urgencia.
En concreto, sería necesaria una inversión anual adicional de entre 5.5 mil millones de dólares y 6.1 mil millones hasta 2015 por parte de actores nacionales e internacionales para lograr el objetivo marcado.
En términos de porcentajes, para alcanzar esos Objetivos de reducir a tres cuartas partes la mortalidad materna para 2015, se necesita un ritmo de decrecimiento de 5.5 por ciento anual, mientras que el descenso mundial fue de solo 1 por ciento.
Ninguna región ha logrado reducir la mortalidad materna en un 5.5 por ciento anual, solamente Asia del Este se acercó a esa meta con un 4.2 por ciento.
En el África Subsahariana la cifra fue de solo un 0.1 por ciento. Por su parte, el norte de África, el sudeste asiático, y América Latina y el Caribe lograron disminuciones más rápidas que la del África Subsahariana.
La ONU hizo un llamamiento a esas naciones para que mejoren la calidad de la atención materna, y para que el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva sea una prioridad.
07/GG
