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Letra muerta, los derechos de la comunidad lésbico-gay

Por Guadalupe Vallejo Mora

Visibilizar el movimiento lésbico-gay nos permitió únicamente salir del «closet» de la historia, porque nuestros derechos y reconocimiento como personas son en la actualidad «letra muerta», reconoce Cecilia Riquelme, editora de la revista Amantes de la Luna. Y agrega:

La falsa concepción de que la sexualidad sólo es válida para la reproducción y que cualquier otro fin es «indecente», frena hoy en día cualquier intento a favor de una cultura de la diversidad sexual.

Hace 30 años, cuando tuvo lugar en nuestro país la Primera Conferencia Internacional de la Mujer, no existíamos, «vivíamos en el subterráneo de la historia, en el anonimato; hoy la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Transexual (LGBT), es visible y aunque es enorme lo que falta por hacer, somos un sector de la población vivo y activo. Ese es en sí un paso importante», abunda.

En entrevista con Cimacnoticias asegura que si bien la Declaración de México signada hace tres décadas no ha logrado cumplir los objetivos de «igualdad, desarrollo y paz» para todas las mujeres, «menos lo hará para su comunidad, donde la lucha contra la discriminación es el pan nuestro de cada día; discriminación e intolerancia producto de la ignorancia, pues incluso personas progresistas o laicas consideran a las lesbianas y homosexuales como perversos, desviados, antinaturales».

«Por ejemplo, en el sector salud. En general, para cualquier servicio de salud pública, todas las mujeres somos consideradas como heterosexuales. Conocemos sólo un servicio ginecológico en la Ciudad de México, donde se nos considera como mujeres que tenemos sexo con otras mujeres. Por tanto, no existimos en las estadísticas de morbilidad, ni menos existen políticas públicas específicas para la necesaria prevención del cáncer cérvico uterino, el cáncer de mamas e infecciones de transmisión sexual en nuestra comunidad».

En este marco, deja claro que diversidad sexual no debe ser sinónimo de tolerancia ni de exclusión, sino lograr la aceptación y el reconocimiento de que hay personas que aman diferente.

De acuerdo a la investigadora del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG), Gloria Careaga Pérez, sólo un 10 por ciento de la población tiene una orientación definida en cuanto a sus prácticas sexuales, esto es pueden ser homosexuales, heterosexuales o bisexuales, en tanto que el restante vagabundea en la diversidad sexual.

Para la investigadora del PUEG la sociedad mexicana es más frecuente a la tolerancia que entre las propias autoridades, ya que éstas al sentirse responsables de cuidar la moral, tienden a ser mucho más represoras.

Lamenta que hace más de 25 años que en México «hemos venido luchando por el respeto a la diversidad sexual, contra la coerción, el abuso sexual y por un ejercicio libre y pleno de la sexualidad…Sin embargo los pasos que hemos dado se ven amenazados. La lucha contra la diversidad sexual se ha constituido en una de las preocupaciones principales de los grupos e ideologías conservadoras, encabezadas hoy por fuerzas religiosas y políticas con gran poder que no aceptan concesión alguna hacia las expresiones de placer y liberalismo de la sexualidad. Es decir, censuran la sexualidad misma al estar ésta íntimamente ligada al hedonismo y la libertad».

LGBT VS HOMOFOBIA

Más adelante, Cecilia Riquelme asegura que el deseo del homosexual no puede cambiarse a voluntad. «Asumirse lesbiana o gay en una comunidad homofóbica es difícil; implica un proceso de crecimiento. Los heterosexuales no se preguntan por qué les gusta el sexo opuesto. Nosotros sí, hay todo un proceso y rechazo real».

Y, en aras de no sufrir discriminación algunos pueden ocultarlo, negarlo, asumirse públicamente como heterosexuales, casarse y tener hijas e hijos, pero su verdadero deseo erótico es hacia personas con el mismo cuerpo que ellas.

«Hay personas que llegan a la tercera edad y deciden asumirse, o bien nunca lo hacen, porque no hay una regla. Hay personas que se asumen muy jóvenes, chicas que supieron interpretar qué pasaba con ellas, cuáles eran sus preferencias. Hay otras que nos cuesta todo un proceso y hay quien vive una doble vida, vive en el clóset y muere sin asumirse».

2005/GV/GM

LA HOMOFOBIA EN CIFRAS

71% de los jóvenes no apoyaría los derechos homosexuales

66% de los mexicanos no compartiría techo con una persona homosexual

64% por ciento tuvo que fingir ser heterosexual para ser aceptado

13% ha sufrido discriminación en el trabajo

21% no ha sido contratado en algún trabajo por ser homosexual

29% se alejó de su familia por razones de su homosexualidad

De 1995 al 2003

Se contabilizaron 290 asesinatos por motivos de homofobia, 275 varones y 15 mujeres

El rango de edad de las personas asesinadas oscila de los 21 a los 30 años

Se registraron cuatro casos de adolescentes asesinados, de 12, 13, 16 y 17 años

118 víctimas fueron localizadas en sus hogares

Fuente: «La relación entre opresión y enfermedades entre lesbianas, bisexuales y homosexuales», Departamento de Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, 2001.

Informe Preliminar de la Comisión Ciudadana Contra Crímenes de Odio por Homofobia 2003. A partir de un seguimiento hemerográfico de 15 medios en siete entidades de la República.

Letra S, Sida Cultura y Vida Cotidiana A.C.

2005/GT/GM

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