Después de los resultados electorales del 4 de julio, algunas candidatas y candidatos anunciaron que impugnarían los comicios, con lo que aumentarán los mil 73 casos que hasta el 2 de julio había resuelto el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Datos de este organismo muestran que 2 de cada 3 asuntos resueltos en lo que va del año, (es decir el 62 por ciento) por la sala Superior y las cinco Regionales del TEPJF, estuvieron vinculados con los recientes comicios de las 15 entidades del país.
Algunos de estos juicios están relacionados con las candidatas que contendieron por algún cargo de representación popular, como el caso del juicio de revisión constitucional presentado por la coalición «Hidalgo nos Une» (Partidos Acción Nacional, Revolución Democrática y Convergencia), quien postuló a Xóchitl Gálvez Ruiz, como candidata a la gubernatura de ese estado.
La coalición buscaba sustituir las boletas electorales para la elección de gobernador en esa entidad, toda vez que en ellas aparecía el emblema del Partido del Trabajo sin que éste hubiera registrado candidato alguno, sin embargo el 2 de julio el Tribunal desechó por improcedente este juicio al considerar irreparable el agravio ante lo cercano de la jornada electoral.
Después de conocer los datos del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) que daban como virtual ganador a Francisco Olvera, candidato de la coalición «Vamos Contigo», integrada por los partidos Revolucionario Institucional, Verde Ecologista y Nueva Alianza, Xóchitl Gálvez, informó que impugnaría la elección.
Al conocer que Francisco Olvera obtuvo 441 mil 546 sufragios, el 50.3 por ciento, mientras que ella logró sólo 396 mil 416 votos, 45.1 por ciento de los votos, señaló que solicitaría la anulación de la elección por la inequidad en los medios locales y por la coacción del voto con dinero público.
CAMPAÑAS INEQUITATIVAS
A pesar de considerar este argumento de inequidad, la candidata a la gubernatura por la alianza «Progreso para Tlaxcala» (Partido Acción Nacional y Nueva Alianza), Adriana Dávila Fernández, informó que no impugnaría los comicios locales, que le dieron el triunfo al priísta Mariano González Zarur.
Con el objetivo de evitar un desgaste en el Estado, la ex candidata decidió no impugnar los resultados, pese a que consideró que el proceso estuvo plagado de «serias irregularidades» en un amplio número de casillas durante los comicios del pasado 4 de julio.
En este caso, Minerva Hernández Ramos, candidata a gobernadora por la Coalición «Honestidad y Transparencia por Tlaxcala», declinó días antes de la elección, a favor de Adriana Dávila Fernández, abanderada de la «Alianza por el Progreso de Tlaxcala».
Lo anterior, luego de que se difundieron encuestas en donde el candidato de la «Alianza Unidos por Tlaxcala», Mariano González Zarur se ubicaba 6 puntos arriba de Dávila Fernández.
Ante el triunfo del candidato opositor, ambas políticas manifestaron que serán «vigilantes» de la nueva administración priísta, según declaró a los medios, Dávila Fernández.
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