Para muchas mujeres en el mundo, alcanzar el voto ha sido el triunfo de la ciudadanía y el logro de la libertad femenina, este fue el caso de Margarita Nelken que al ser la tercera diputada electa en España, abrió la puerta a la posibilidad de que sus connacionales ganaran el derecho a divorciarse en la década de los cuarentas del siglo XX.
Margarita Nelken nace en 1897 en Málaga. Hija de emigrados judíos, se va a Paris para estudiar arte a los 13 años de edad. A su regreso en 1910 Margarita inicia su labor social al enseñar arte a la infancia en los barrios marginados de Madrid.
El contacto con estas niñas y niños le hace trabajar para fundar una casa para huérfanos y, puesto que la iglesia no permitía filantropía privada, se va al Partido Socialista. Margarita jamás imagina que este contacto la llevará a una carrera política.
Margarita Nelken se convierte en líder socialista y trabaja con los asuntos de mujeres dentro del partido. A los 34 años logra ser la tercera mujer en ingresar en las cortes constituyentes como diputada.
Publicó de forma constante desde los 24 años de edad cuando sale a la luz «La condición social de la mujer en España» (1921); siete años más tarde «Las escritoras españolas» (1930); y a partir de su experiencia como diputada escribe «La mujer ante las Cortes constituyentes» (1931); su vida política se refleja en su libro «Por que hicimos la revolución» (1936); y «Las Torres del Kremlin» (1943).
Margarita Nelken expone su pensamiento sobre el feminismo en sus obras, mismas a favor del divorcio, el derecho de trabajar para las mujeres y la educación para las mujeres. Critica la posición de la mujer dentro de la iglesia, el sistema de educación y la ley española. Teme que la falta de educación formal entre la población femenina provocara que con su voto favorecieran a las instituciones tradicionales.
Escribe: «La mujer en la sociedad moderna continua siendo menor de edad atrapada en la tutela de la iglesia y los varones de su familia.» Por lo que propone mayor educación para las mujeres de manera que dejen la dependencia económica y tengan mejores condiciones de vida.
En más de una ocasión levanta la voz para criticar las mujeres españolas por su apatía con respecto a la lucha feminista. Lamenta que el feminismo sea siempre fue subyugado por los movimientos políticos: «la agudeza de las tensiones políticas y sociales en España hizo imposible que las feministas de diferentes opiniones políticas encontraran ciertas bases comunes y despojaran a su campaña de todo sectarismo político.»
La eligieron como diputada otra vez en 1933 y 1936. Al estallar la guerra colaboraba con el Partido Comunista y con sus organizaciones afines, formando parte del Comité de Auxilio Femenino y del Comité Nacional de Mujeres Antifascistas. Con la finalización de la guerra emigra a México.
Al llegar Margarita Nelken ejerce el periodismo y se especializa en la crítica de arte durante 29 años en este país que la acoge como su segunda patria hasta que en 1968 muere a los 71 años heredándonos su incansable lucha por el derecho a la ciudadanía, la libertad y la autonomía de las mujeres a través de la educación.
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