Cerca del 70 por ciento de la población católica mexicana está en desacuerdo con la Iglesia en materia de aborto, mientras que encuestas realizadas en distintos países revelan que tanto hombres como mujeres de esa religión, disienten de las posiciones de los obispos acerca de la salud reproductiva.
Frances Kissling, presidenta de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), observó que el desacuerdo de las mujeres con la posición de la iglesia sobre la interrupción del embarazo, las orilla a arriesgar su salud y sus vidas en abortos que consideran necesarios.
En México se estima que ocurren cada año más de un millón de abortos. En Brasil y Polonia, por ejemplo, el 66 por ciento de los creyentes católicos opina que el aborto debe ser legal en su país.
En Estados Unidos, las encuestas indican de manera uniforme que solamente entre 10 y 15 por ciento de la población católica piensa que el aborto debe ser ilegal en todas las circunstancias.
Kissling destacó que en los países donde existe acceso a los anticonceptivos, las y los católicos los utilizan casi de igual manera en comparación con quienes no son de esa religión.
En tanto que la abstinencia periódica, –único método de control natal permitido por El Vaticano–, no tiene mucha aceptación. Menos del cinco por ciento de la población católica mundial lo aplica.
Los sondeos realizados en diversas naciones incluyendo la nuestra, reflejan el deseo de que las mujeres pobres sean tratadas de la misma forma que las que tienen recursos. Por ello, la presidenta de CDD advirtió que los obispos católicos no representan a la población femenina, al buscar una legislación que limite el aborto o la planificación familiar.
«No hay duda de que la Iglesia católica es el sector con la posición más extrema con respecto a los anticonceptivos, la esterilización y el aborto», afirmó Kissling.
Más aún, lamentó que la religión católica ni siquiera permita el uso de anticonceptivos a las parejas católicas casadas, o que han tenido una relación monogámica de por vida.
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