El Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2002 asigna menos de un peso diario para los más de 60 millones de mexicanos y mexicanas que están por debajo de la línea de la pobreza, asegura el área de Política Social de la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Tras analizar la propuesta que envió el Ejecutivo Federal a la Cámara de Diputados, el economista José Alberto García Ponce, asesor de Política Social de la bancada perredista, sostiene que el compromiso del gobierno federal en materia social se ha reducido a una estrategia tendiente a garantizar la subsistencia de aquellos que considera en extrema pobreza.
Indica que los programas asistenciales han pasado a ser el centro de la política social, donde es nula la participación de las y los beneficiarios, ni en el diseño de los programas, ni en la asignación de los apoyos, ni en la evaluación y control de los mismos.
En la última década, el gasto social aprobado en la Cámara de Diputados, se mantenía entre el 8 y 9 por ciento del Producto Interno Bruto; sin embargo, en la propuesta para el próximo año presentada por el Ejecutivo federal presenta una reducción del 4.5 por ciento en términos reales, sostuvo García Ponce.
Sin embargo, el recorte presupuestal «no es parejo para todos los rubros ni sectores», sostiene el economista y explicó, para el año entrante, el total de pasivos del rescate bancario (697,168 millones de pesos) equivaldrá al 120 por ciento del gasto social; casi triplicará los recursos del gasto educativo, quintuplicará el gasto en salud y en seguridad social, respectivamente, casi cuadruplicará el gasto en el sector energético y será 21 veces mayor que el gasto para el desarrollo agropecuario y pesca.
Por lo anterior, el área de Política Social del PRD en la Cámara de Diputados ha propuesto que se tome en cuenta al momento de negociar el Presupuesto de Egresos para el próximo año impulsar programas productivos en el campo y la industria, sobre todo para la micro y pequeñas empresas, capacitar a la población desempleada, apoyar proyectos con alto contenido de capital de trabajo.
Sostiene que el centro de la política social debe ser el empleo, los salarios, la redistribución del ingreso y el gasto público debe destinarse a fortalecer las capacidades productivas del país y reactivar la demanda.
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